ANDRÉS UMAÑA: AL OTRO LADO DEL LENTE
Siempre es emocionante ver triunfar a los amigos y dar cuenta de su progreso, con la alegría de sentir como propios cada uno de sus logros, celebrar con ellos cuando el destino es favorable, y resistir cuando parece tirar en contra. Por eso, con el orgullo de saber que uno de sus trabajos sería expuesto en la Casa del Libro Total, en una exposición que reunió a los principales fotógrafos de la región, decidimos que era hora de que conocieran un poco más sobre Andrés Umaña: el fotógrafo de la casa, aquél que, por los últimos cuatro años, ha resistido en nombre de la cultura a nuestro lado, justo al pie del cañón. Esto fue lo que nos dijo.
Por John Gómez.
Fotografías cedidas por Andrés Umaña.
¿Quién es Andrés Umaña como marca?
De hecho, yo varias marcas. Krieg Metal Photography es una marca dedicada exclusivamente a trabajar con bandas de metal extremo locales, nacionales e internacionales. Es mi principal marca y tiene una gran trayectoria y reconocimiento a nivel nacional. También está Perceptions Music Photography, que es una marca dedicada a trabajar con música de otros estilos diferentes al metal. Tengo otra marca llamada Nudus, que es una marca dedicada al desnudo erótico artístico, tanto femenino como masculino, en muchas esferas. Además trabajo como fotógrafo social, especialmente en fiestas de 15 años y matrimonios, y tengo varios trabajos documentales. Trato de mezclar muy bien y sobre todo complementar mi trabajo comercial con mi trabajo personal.
¿Hace cuánto te dedicas a la fotografía?
Como pasatiempo, desde el 2011. En el 2012 comencé a estudiar y a prepararme, y ya a nivel comercial desde finales del 2014 hasta hoy día.
¿Cuáles son tus referentes artísticos?
Siempre me gustó y me interesó mucho lo referente a los fotógrafos del rock. Me gusta mucho el trabajo de Ross Halfin, Mick Rock, Pennie Smith, Charles Peterson y especialmente el de Peter Beste y su trabajo con el metal. Además me gusta mucho el trabajo de fotógrafos transgresores y no convencionales como Joel Peter Witkin, Andrés Serrano, Nobuyoshi Araki, Nan Goldin, fotógrafos que rompen con lo cotidianidad de lo convencional.
¿Cómo ha sido tu proceso?
A finales del 2011 tuve la oportunidad de tener mi primera cámara de lentes intercambiables sin tener mayor conocimiento de lo que era la fotografía. El interés creció y en el 2012 entre a estudiar fotografía en el Columbia College, lo cual me permitió prepararme, relacionarme con gente con mi mismo gusto y curiosidad por la imagen, y empezar a dar los primeros pasos en este mundo tan maravilloso. A finales del 2014 tuve mi primer evento grande, que fue en la ciudad de Bogotá: un evento de rock con bandas muy importantes a nivel mundial. En el 2015 empecé a trabajar más seguido en mis proyectos personales y en fotografía comercial (en muchos campos), pasando de la teoría y estudio, a la práctica. El 2016 ha sido de los mejores años ya que obtuve mis primeras acreditaciones para los festivales de rock más importantes del país: Rock Al Parque, en Bogotá, Medellín Alta Voz y Manizales Grita Rock. También en el 2016 nació mi trabajo documental más importante hasta el día de hoy: Fotógrafo De Guerra En Tiempos De Paz, un trabajo realizado en el Caquetá y en el Meta, en zonas de conflicto armado; fotografías que han sido expuestas en Bogotá y en Bucaramanga. Hoy día sigo estudiando, investigando y me sigo preparando para seguir creciendo como fotógrafo y artista. Afortunadamente se siguen abriendo muchas puertas y yo sigo luchando para que se abran muchas más y que sea reconocido el trabajo que he venido realizando desde hace rato.
¿Cómo ha sido tu experiencia como fotógrafo musical?
Ha sido una gran experiencia. Ya son varios años documentando la escena del rock y especialmente del metal en Santander y en Colombia, con una muy larga lista de bandas, conciertos, festivales, etc. He sido fotógrafo acreditado del Festival Del Diablo, en Bogotá en sus tres ediciones, las cuatro últimas versiones de Rock Al Parque y de Manizales Grita Rock, una edición del Alta Voz en Medellín, un Grind Death Fest en Bogotá, un Bari Rock, en Cúcuta, además he viajado con bandas de Bucaramanga a documentar sus presentaciones en Manizales, Pereira, Pamplona y Cúcuta. Poder estar tan cerca de las bandas que tanto soñabas ver de joven y poder fotografiarlas es una gran sensación. Ahora, espero asistir a muchos más eventos en Bucaramanga, Colombia y finalmente ir fuera del país, que es algo que vengo gestionado con calma.
¿Alguna historia que quieras compartir?
Son muchas historias, ha sido un proceso con muchos momentos y, afortunadamente, muy positivos. Recuerdo mucho una historia del 2017: en ese año la organización del Manizales Grita Rock anunció la presentación exclusiva y por primera vez en toda Latinoamérica de la banda sueca de death metal Unleashed, una de mis bandas favoritas. Se dio la oportunidad de acreditarme como fotógrafo y fue una gran emoción para mi saber que los iba a fotografiar y que iba estar muy cerca de ellos en su presentación. La banda se presentó la noche del 15 de octubre y tuve la gran oportunidad de verlos en primerísima fila, y de fotografiarlos. El concierto acabó antes de las 12:00 a.m. y se anunció que toda la banda daría una rueda de prensa exclusiva para los medios acreditados. Yo cumplo años el 16 de octubre, nos dirigimos a la sala de prensa y, justo después de las 12:00 a.m., en el comienzo de mi cumpleaños, entró Unleashed a la sala. Qué mejor regalo que comenzar tu cumpleaños de esa manera. Pude conocer mucho más de ellos, intercambiar algunas palabras con los miembros de la banda y poder fotografiarme con ellos. Toda esta gran experiencia fue posible gracias a la fotografía. La fotografía me abrió esas puertas que nunca ni siquiera imaginé poder abrir.
¿Qué opinas de la fotografía documental y como ha sido tu experiencia en este campo?
La fotografía documental es una de mis ramas preferidas de la fotografía, uno de mis principales trabajos en toda mi carrera de fotografía es el trabajo documental que hice en el 2016 en dos puntos estratégicos del conflicto armado en Colombia: Caquetá y Meta. El trabajo se llama: Fotógrafo De Guerra En Tiempos de paz. La primera parte se desarrolló en el Caquetá, en campamentos guerrilleros en los Llanos del Yarí, antes de la firma del proceso de paz, y la segunda parte se desarrolló en el Meta, después de la firma del proceso de paz. Es un gran trabajo que documenta uno de los momentos más importantes de la historia de nuestro país. Algunas de esas fotos han sido expuestas en Bogotá y una de ellas hoy día se encuentra expuesta en la Casa del Libro Total.
¿Qué te gustaría hacer en tu carrera?
Primero que todo seguir documentando la mayor cantidad de eventos de rock y de metal en la ciudad, y lograr que ese trabajo sea visto en diferentes partes de Colombia y el mundo, con el fin de que nuestras bandas y nuestra escena sea más conocida y más tenida en cuenta. Seguir trabajando con las bandas y que mi trabajo sea impreso en sus producciones, me interesa mucho ver mi trabajo impreso, ese es uno de mis grandes objetivos.
Además, estamos trabajando fuerte para seguir viajando a los grandes festivales de nuestro país y sobre todo dar el salto a festivales internacionales, que es uno de mis mayores proyectos, viajar fuera de Colombia para mostrar lo que está pasando acá y fotografiar lo que está pasando allá, en un intercambio cultural.
¿A qué escenario te gustaría llegar?
Estamos trabajando muy fuerte en llegar a escenarios internacionales y conquistar los escenarios nacionales que aún me faltan. Acá en Colombia todavía hay festivales y organizaciones con las cuales no he podido trabajar aun . Estamos gestionando fuertemente trabajar con ellos en este año 2020, y todo va por muy buen camino. Además, gestionando y mostrando mi trabajo en latitudes internacionales para lograr viajar a los grandes festivales a nivel mundial. A los escenarios que más quiero llegar son los festivales de metal Europeos: el Wacken, en Alemania, y el Hell Fest, en Francia. Son los primeros de la lista.
¿Qué opinas sobre la escena cultural en la ciudad?
Es una escena bastante compleja. En Bucaramanga pasan muchas cosas a nivel cultural y pasan constantemente, pero no siempre generan interés. Falta más apoyo de unos con otros y aprovechar mucho más los espacios públicos y privados que le apuestan al arte y la cultura en general.
A pesar de eso Bucaramanga tiene algo muy admirable a nivel musical, especialmente en el rock y el metal, y es que aquí se hacen eventos seguidos sin ningún tipo de ayuda por parte de los entes públicos y privados, 100% autogestión y amor a la música. Hoy día hay excelentes bandas que, a través de mucho esfuerzo, están saliendo adelante y buscando abrir un espacio a nivel nacional e internacional.
¿Cuál es tu opinión sobre la fotografía comercial?
En mi caso particular es muy importante porque a través de la fotografía comercial puedo financiar mis proyectos personales de fotografía y tener la oportunidad de seguir invirtiendo en mi formación como fotógrafo, tener la posibilidad de comprar diferentes elementos para mis trabajos fotográficos y la oportunidad de renovar mi equipo. Le tengo mucho amor a la fotografía comercial ya que he dado con muy buenos clientes que me permiten dar mi opinión y trabajar con mi estilo sin sentirme obligado a hacer algo que no quiero. Tengo la ventaja de que me permitan trabajar bajo mis ideas y eso es muy satisfactorio. Obviamente espero que llegue el momento en que pueda dedicarme 100% a mis proyectos personales y estos me generen los ingresos que hoy día me genera la fotografía comercial, pero por el momento espero que me salgan muchos más trabajos comerciales de fotografía.
¿Es válido para un fotógrafo reconocido hacer fotografía comercial?
Por supuesto que es muy válido, y la gran mayoría de fotógrafos reconocidos lo hacen, hacen fotografía comercial, solo que al ser recocidos y tener una trayectoria se dan el lujo de trabajar comercialmente bajo su estilo, bajo su mirada y bajo sus condiciones, incluso poder rechazar grandes ofertas comerciales si no son de su agrado. Muchos fotógrafos reconocidos muestran con orgullo su trabajo comercial, el cual incluso, muchas veces, resulta expuesto en galerías y publicado en libros, solo que muchos no saben al ver esas fotografías que fueron fotos contratadas por clientes y eso no les quita validez. No está para nada mal hacer fotografía comercial si se le respeta al fotógrafo conservar su estilo y su mirada.
¿Algo que quieras agregar?
Muchas gracias a John Gómez y Alter Vox por el espacio, y por el apoyo a mi trabajo todos estos años. Gracias a Alter Vox Media he podido asistir a muchos escenarios a nivel local y nacional, y los invito a que sigan conectados con toda la movida cultural de nuestra ciudad. Keep Rocking.
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