Saltar al contenido

JOHN GÓMEZ Y LA NECESIDAD LITERARIA

Por Jorge Andrés Garavito Cárdenas.

Tomado de John Gómez, autor de XIII: un cínico catalogo de maneras de morir en Bucaramanga.

Volví a leer el libro esta semana y recordé a John saliendo de mi casa esa mañana. Su peso lo hace parecido a un tipo de tienda de historietas gringa. Lo imaginé con un fusil, jugando tiro al blanco desde una torre sobre una plaza llena de religiosos. Lo imaginé dictando sus clases y a los chicos escuchándolo, fascinados por los vertiginosos meandros de la filosofía. Lo imaginé siendo todos los personajes de sus relatos. Lo veo irse y perderse calle abajo y pienso, ese tipo consiguió un buen libro. Al terminar la relectura del libro decidí llamarlo y hablando de lo convulso de los tiempos que vivimos resolví hacerle una pequeña entrevista. La transcribo a continuación, tal vez a manera de complemento de esta invitación a leer XIII:

¿Quién es John Gómez?

Es interesante cómo nuestras preguntas tienden a partir, en primer lugar, de la contextualización de nuestra identidad, de lo que significa eso que somos. Frente a la pregunta, yo pensaría que es mucho más fácil identificar el qué que el quién. En mi caso, yo soy eso que hago, eso que vivo, eso que pienso y expreso. No sé realmente quién, que lo digan otros.

¿Qué significa el número 13?

En las poéticas palabras de José Félix Lafaurie, “el número 13 simboliza rebelión/rebeldía”, tan simple como eso: anarquía y libertad.

¿Qué significa la muerte en su libro?

La idea de la muerte permea, no solo los cuentos que hacen parte de “XIII”, sino los poemas que han sido publicados, y los que no. De hecho, puede rastrearse en todo lo que he escrito alguna vez, tanto a nivel literario como filosófico. Morir es una de las grandes cuestiones humanas, algo que define lo que somos. Pienso que, en cuanto a los cuentos de “XIII”, la muerte es aquello que da cierto sentido a lo humano, así muchas veces ese sentido se pierda en el absurdo.

 ¿Qué quisiera ser después de muerto?

Me encantaría no morir nunca, y ser un testigo vivo de todos los cambios que experimenta el mundo, como un vampiro, eterno. No obstante, si muriera, me gustaría permanecer aquí, como un fantasma, fastidiando a la gente.

 Si fuera al infierno y el diablo le concediera una gracia, ¿qué le pediría?

Quedarme allí como turista. El infierno debe ser una cosa loquísima, lleno de poesía y de rock.

Si mañana estallara la guerra atómica ¿Qué haría hoy?

Muy probablemente desperdiciaría el día de hoy queriendo llegar al de mañana, y la guerra me tomaría por sorpresa. Sería emocionante sobrevivir a la extinción de la humanidad y compartir el mundo con los animales, lo más que se pueda.

 ¿Por qué seguir haciendo literatura (para qué)?

Porque estamos hechos de historias y el tiempo es un tejido dinámico que vincula a todos los seres vivos en su red.

¿Qué significa el amor en su obra?

Generalmente, anhelo o derrota. No hay finales felices para muchos de mis personajes porque no considero que la vida los tenga.

 ¿Qué sigue en la carrera literaria de John Gómez (piensa publicar más libros)?

Sí. Estoy trabajando en algunos cuentos y poemas nuevos, tratando de darle forma a una nueva antología.

¿Piensa en vivir de la literatura o para la literatura?

Vivimos para la literatura porque nuestras vidas son arte, esencialmente. Y es bueno que esto sea así. Las personas que pretenden vivir del arte terminan siendo artesanos más que artistas.

¿Usted ha robado una bicicleta?

Me hubiese gustado, pero nunca fui tan intrépido. Sí ocasioné un incendio, alguna vez. Afortunadamente nunca hubo heridos ni testigos.

¿Qué opina de la guerra y de la paz?

Las guerras son el campo de cultivo de la muerte. Generalmente, una guerra implica uno o más enfrentamientos en los que grandes poderes se disputan el alma de los hombres. Pienso en las guerras como en monstruos horribles que batallan y destruyen todo a su paso. Nosotros estamos abajo y quedamos enterrados bajo su peso brutal. La paz, por otro lado, es esa esperanza que nos queda para sacar la cabeza de la tierra y seguir haciendo arte. Guerra y paz hacen parte de lo humano.

¿Cuál es el papel de las mujeres (y lo femenino) en su obra?

Hay muchas lecturas erradas de la mujer en mis cuentos, y esto sucede porque los narradores masculinos tienden a ser personajes patéticos que fácilmente pueden ser confundidos con mi voz como escritor (y como hombre). En mi obra, la mujer es aquello inalcanzable que se escapa: un símbolo de ese amor, deseo o virtud que nos rehuye mientras el absurdo, el desespero y la muerte nos consume cada vez más. Por otro lado, si nos centramos en los personajes femeninos, estos aparecen dotados de una gallardía y una fuerza envidiable. Las mujeres aparecen retratadas como si fueran mucho más fuertes que los hombres, y generalmente así pasa en el mundo real, especialmente cuando eres criado por una madre soltera, o cuando creces entre mujeres. Es algo que se nota, que se aprende.

¿Qué es poesía y vale la pena seguir haciéndola?

La poesía es lo único que nos queda, así esté cargada de cuchillos. Por eso hacemos poesía, porque no podemos hacerla a un lado.

¿Es del bando del impreso o del digital?

Escribo en digital, pero me gusta publicar en papel, pues creo que los libros impresos tienen algo que los digitales no han podido lograr nunca, y es la capacidad de evocar sensaciones intensas en los lectores. Percibir el olor del papel, el crujir de las páginas, el hecho de poder sentir el libro ahí, en tus manos, mientras lees e imaginas una historia, es una experiencia seductora.

¿No considera cruel talar árboles para hacer libros?

Talar árboles siempre es cruel, pero no solo de los árboles se puede sacar papel. Pienso que es importante explorar otras alternativas, como el cáñamo. En todo caso, al apetito insaciable de la industria siempre será cruel, especialmente con el medio ambiente.

¿Qué animal le gustaría ser si no fuera humano?

Me gustan los gatos, aunque sea cliché. También me gustan los lobos. Aunque, siendo sincero, me veo más como una salamanquesa: trepando en alguna pared fría, devorando algún insecto mientras espío la vida de los hombres.

Siendo ese animal, ¿qué pensaría de los humanos?

Los miraría con curiosidad, algo de recelo y de miedo; y preferiría hacerme a un lado, especialmente si me sintiera amenazado. No es muy distinto de lo que pienso actualmente, de hecho.

¿Cree en la crisis climática?

Claro, el mundo se va a la mierda gracias al capitalismo y nuestra sociedad de consumo excesivo.

¿Hace algo por ella?

Consumir menos, tratar de generar menos residuos a mi paso por el mundo. Aunque a veces pienso que de todos modos estamos perdidos.

¿En su obra se habla de eso, o lo hará?

En Hambre, Infección Alejandría se alcanza a leer una crítica indirecta del modelo comercial de occidente, y de lo que esto puede provocar (la destrucción de la Amazonía, por ejemplo, publicada mucho antes del incendio imparable de hace meses).

¿Qué opina del comunismo?

Me parece difícil que las personas puedan vivir en una sociedad comunista, pues creo que somos nocivos por naturaleza, tal como lo pensaba Hobbes, “homo homini lupus”.

¿Esta situación política latinoamericana es obra de una organización anarquista internacional?

No, aunque como dicen por ahí, es lo más lindo que nos ha dicho la derecha. La situación política latinoamericana es obra de aquellas personas que han decidido levantarse y gritar exigiendo una vida digna, frente a políticas gubernamentales que atacan el bienestar de los ciudadanos, en pro de la imposición de un modelo neoliberal que genera más miseria para los miserables, mientras unos pocos se quedan con todo lo que les queda luego de destruir el planeta.

¿Qué es el uribismo?

El dogma de los imbéciles.

¿Qué es el infierno?

Una Colombia uribista.

¿Qué es el cielo?  

Tener la capacidad de decir lo que pensamos, y de exigir lo que merecemos, y que no nos maten en el proceso.

¿Cómo es su rutina creativa?

Soy pésimo para las rutinas. Cuando una idea llega a mí, trato de escribirla y me quedo pensando en ella hasta que le doy forma en un texto. Luego, lo leo una y otra vez, y lo comparto un par de veces más hasta que siento que me gusta. Y ya. A veces deja de gustarme, a veces le cambio cosas y termina por gustarme más.

¿Desde hace cuánto escribe?

Desde la adolescencia.

¿Es usted místico o religioso?

Pues, si bien me declaro ateo, la estética de las religiones me atrae mucho, y me gusta todo lo que tiene que ver con los símbolos y los signos. Pienso que eso es la religión: literatura y unos pocos que se lucran con ello.

¿La literatura es una profesión o un ocio?  

Toda profesión que se hace con el alma es, en cierta medida, ociosa. De todos modos, hablar de la literatura como profesión u ocio es una visión capitalista. La literatura es una necesidad, nos habita y configura lo que somos.

¿Cuál es su autor vivo, colombiano, que recomendaría?

No conozco mucho de autores colombianos exceptuando los más cercanos a mí. Una vez leí un libro de Antonio Ungar y me gustó. Más allá de eso, están los amigos: Andrés Garavito, John F. Galindo, Beatriz Vanegas Athías… no acabaría de nombrarlos.

¿Por qué se ha despertado de nuevo un interés juvenil por la literatura?

No sé, supongo que porque muchos jóvenes no quieren quedarse con la sordidez de la vida cotidiana y descubren que estamos hechos de historias. De ahí, a los libros, es un paso.

¿Qué influencia tuvo en su obra haber trabajado con esos ilustradores de “XIII”?

En mi obra escrita no mucho, pues los cuentos ya estaban escritos cuando los contacté. Sin embargo, considero que las ilustraciones le dan una dimensión al libro, tan potente como universal, que soy incapaz de pensar en él sin las ilustraciones que lo acompañan.

¿Cómo los conoció?

Desde la primera ilustración hasta la última los conocí de la siguiente manera:

La autora de Brujas es Lina Pérez Manchego, manager de la banda bumanguesa Ghostrings, cuyo sonido me encanta. Debido a su trabajo con la banda, y al mío con Alter Vox Media, entramos en contacto algún día. Cuando vi lo que dibujaba, le dije que quería que fuera parte del libro, y aceptó de inmediato.

Jumper es de Bicho, el director de la Revista COMA, un cuento que está cargado de su estilo punk, por lo que tenía que ser él quien lo ilustrara. A él lo conocí por la revista, y también le pedí ser parte de XIII.

Doce veces doce es una ilustración de Chica Vinagre, mi esposa, que no solamente está en el libro, sino que está conmigo en forma de tatuaje. A ella la conocí hace algunos años, y estamos juntos desde entonces.

El Luchador es de María Chucena, una ilustradora bumanguesa muy tesa, que era novia de un escritor de acá. A ellos los conocí cuando salían juntos y me encantó el trabajo gráfico de María, por eso le pedí ser parte del libro.

Antonia es una ilustración mía bajo el seudónimo de Malatesta. Aun no me conozco del todo, pero usé esa ilustración (que de hecho es un retrato de la ex-actriz porno Amarna Miller) para acompañar el patetismo del personaje del cuento.

La Bicicleta es de Malacostra, otro tremendo ilustrador bumangués que llegó a salvar el vacío que otra persona había dejado, con un trabajo genial como el que fue parte del libro.

Lobotomía es de Luneju, una ilustradora que vio clases de pintura con mi esposa en la EMA, y de ahí la conocemos.

Hambre es de German Macías Vélez, vocalista de Ghostrings (una banda que todos deberían escuchar).

Infección es de Javier Castellano, y a él lo conocimos con mi esposa en un mercadillo cultural alguna vez en el Coliseo Peralta.

Alejandría es de Christian Balaguera, quien fue parte de la celebración del 1er Aniversario de Alter Vox Media, en un lugar que ya no existe, pero que nos legó su tremendo trabajo gráfico.

Por favor, ¿qué consejos les daría a los jóvenes escritores que leen su libro?

Que escriban, que no tengan miedo de escribir, que escriban con el corazón y den a conocer lo que hacen. En el libro está mi correo por si algún día necesitan una segunda lectura de su trabajo. Y gracias, por leerme y por darle vida a mis palabras.

Finalmente, me gustaría invitar a todas las personas que lean esta entrevista a salir a participar en este paro nacional por un país menos mierda que el que nos dejaron, y por un gobierno que no enmascare infanticidios con la excusa de una guerra cansada, en la que la victoria es, y siempre ha sido, única y exclusivamente, de la muerte.

No olvides seguirnos en las redes sociales como @altervoxmedia Déjanos tu opinión sobre esta y otras notas en la sección de Comentarios, o en la sección de Contacto, y #PasaLaVoz

altervoxmedia Ver todo

Alter Vox Media S.A.S (NIT: 901019145-1) es una plataforma digital, enfocada en impulsar la escena artística y cultural de la región desde diferentes disciplinas.

Un comentario sobre "JOHN GÓMEZ Y LA NECESIDAD LITERARIA" Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: