ANTOLOGÍA: IVANA APONTE

IVANA APONTE es Licenciada en Letras de la Universidad Católica Andrés Bello (en Caracas, Venezuela) y Magíster en Literatura de la Universidad de Chile. Ha participado en diversos eventos y lecturas de poesía. Sus poemas han sido presentados en diferentes revistas y plataformas digitales de Venezuela, Chile, Estados Unidos y Puerto Rico; en las compilaciones Orquídeas voces: Muestra de poesía venezolana contemporánea (Fundación Pablo Neruda, 2021), Me Vibra II Brevísima Antología Arbitraria Panamá-Venezuela (LP5 Editora, 2020), Una cicatriz donde se escriben despedidas: Antología de poesía venezolana en Chile (Libros del Amanecer, 2021), entre otras. Su primer poemario, Afectos, fue publicado por LP5 Editora en el año 2022 y una selección de su obra está por publicarse en A Scar Where Goodbyes Are Written: The Poetry of Venezuelan Migrants in Chile (LSU Press, 2023). Desde 2017 vive en Santiago de Chile, donde trabaja como profesora de Español como Lengua Extranjera y como editora de Copihue Poetry, revista de poesía mundial y traducción.

Villa Dulce

A Tita, sus retoños y Moris

La lluvia invernal deviene cazuela en una mansarda, acogida para quien voló sobre la cordillera. Madera que cruje ante múltiples pasos, habla bajo los pies europeos, americanos, provincianos, citadinos, de fresas andinas, de caquis brasileños. La primera noche es escena de descanso, de una nueva aventura.

Retrato caminos de piedra, grandes jardines, corredores donde jugaban niños, un enjambre de abejas, murales, relatos, acentos, montañas vestidas de nieve. Casas dentro de una casa, magia sobre magia, piezas de microcosmos. Respiran unos 50 años.

El tráiler del jardín delantero alberga a un espíritu de frailejones plantado en la larga angostura. La casa de atrás es habitada por misterios.

Cruce de voces y olores en la cocina. Lazos de colores y luces en el jardín trasero. Se desplazan de día y de noche.

Dos almas sonrientes vuelven a casa. Visitan a los huéspedes y los duendes. Los hijos viajan por los recuerdos y los sueños. Un jacinto de ojos verdes contempla mis rizos.

Tres noches de juventud y arte celebran lo doméstico. Entusiastas comen hamburguesas veganas. Recitan poesía, cantan, actúan, proyectan videoarte. Las ramas de luces cubren ilusiones. Ignoran lo inevitable.

Tres meses de belleza, diversión, vivacidad, dinamismo. Los despido. Los pinto en el muro bajo el parral.

La villa de la dulce bienvenida.

Hotel pandemia

Atención al insomnio, pues quema los ojos y las expectativas. También cría salvajes migrañas.

Esto no es un spleen de París: es crudo hastío de estar esperando a Godot.

Recomendamos visitar la Galería de la Frustración, la cual exhibe pases de movilidad, certificados de vacunación, radiografías, certificados de defunción, teorías conspiranoicas, ordenanzas y documentos de viaje pospuestos. Tarifas preferenciales para los manojos de nervios.

Para el desayuno ofrecemos solo cutículas. No quedan girasoles ni bruma marina. Puede añadir pastillas como extra. No olvide dejar propina.

Como regalo le dejamos un libro, cuyo interior tiene flores secas. Tenga precaución con el moho.

Primavera

A Isabel y Lorena

Los nudos invernales son cortados por manos gentiles y compasivas

Me perdono

El pelo retoña
crece
se riza
florece

Florezco

Calle Beethoven

           Un
hada           verde
      revolotea
en los
            callejones
eufórica toma
               tu mano
entre figuras
             nocturnas

Calan en mí
la bruma
         marina
tus abrazos
Lomas pintan memorias
caricias
                          debates
cervezas artesanales
desayunos
                           tardíos
risas
proyectadas
                hasta el puerto

Las gaviotas
vuelan
sobre luces
laberintos
sueños de migrantes
escritura
en la acera
     jazz
improvisado

nosotros

en las calles
    nos perdemos
          entre murales
                   trazamos
                       los cerros
                          estrellados
                        acostados
                  nos miramos
         vivimos un sueño
en la joya del Pacífico
nos amamos

La cena

Degusto la comida
frente a la pantalla
Degusto el anhelo
transcontinental

El plato se especia con amor lejano
e incertidumbre
que arde
y a veces indigesta

Termina la sobremesa
se apaga la pantalla

Se enfrió mi sonrisa
como los restos
en el plato vacío