ANTOLOGÍA: ALISON CASTILLO BARBOZA

ALISON CASTILLO BARBOZA (San José, Costa Rica, 1997). Bachiller en la enseñanza de los Estudios Sociales y la Educación Cívica por la Universidad de Costa Rica. Ha publicado poemas en revistas, y realizado entrevistas a escritores nacionales e internacionales, además de notas periodísticas, reseñas literarias y artículos de opinión para diversos medios físicos y digitales. También, ha sido partícipe de festivales literarios en Costa Rica y en México como el XI Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván, en el 2021.

Influencer de un hipertexto

La utopía sabe a detenimiento
y yo llevo la posmodernidad rasgada entre la piel
vivo de desnudar a los muertos
en una casa añeja
donde el tren conduce amapolas
hasta su extinción

Tengo mercurio en la comisura de los labios
y el mal de las piernas débiles    
soy de la sociedad farmacológica
el reverso de mis uñas guarda humedad

Nací enrollado al cordón
que me ata a la eutanasia
y al narcisismo
No puedo levantarme de la silla
soy un cátaro aislado en la barra de notificaciones
el aliento a naftalina
en el buscador de Instagram
es un auto sabotaje
que me flagela.

He huido del manicomio
de los subcontratados
sobreviviente de un televisor en llamas
con diagnósticos clínicos
recitados de memoria.

Muerte caníbal

He planificado mi asesinato
en la noche de los gatos blancos
justo después de la agrura
de la omisión de los cuchillos
de los trapos tendidos al sol

Te he nombrado al azar
con mis uñas de fuego
como un coágulo en mi inconsciente
empacaste tu polvo
hiciste de tus manos de millón un bálsamo de sal
y retornaste a la vida de los hombres migaja

Fui tu sacrificio clavado al paladar
tus dientes han sido mi cápsula del tiempo
la placenta se ha deslizado
por mi nariz
he acabado en tu ruina
y vos en mi liberación 

Biografía de un omicrón

Puedo predecir el futuro
y aún así no saber nada
ni del cielo
ni de vos

He llorado en los aviones
también en motocicletas
me he resignado al veneno de las manzanas
a financiar al sol
he alquilado compañía
y me he acostumbrado muy rápido a que nadie responda
a rehuir de esta saturación
de esta pimienta que se atora en la garganta
y detiene sombras

Me he privado de comandar las máquinas
he perdido el día en la cama
la productividad se convierte en una comezón
que intento detener a mordiscos

Comprendo porqué deseo desperdiciar las horas
quiero buscar endorfinas y luego culpar a los otros
quiero ser los grandes genios que no dejaron de trabajar
y no ser aplaudida por superar el desánimo
siempre quiero ser como los otros
silenciosos
los otros que observan.

Estación

En la estación Pino Suárez
se anuncia con bocina
un ojo renco
las espaldas
hacen su propio muro
con su lenguaje
un muro nacional

centroamericana
sin metro
sin visa
en el vagón para mujeres
dirección Taxqueña
una niña de rodillas 
me mira
en medio de mis pestañas mueve su bote
lava sus pies empolvados
en el río lácteo de la retina
y cae
a segundos por kilómetros
en este país aplastante
con calles limpias
con sus niños acordeón
atrapados entre muros coloniales
entre el mármol y el oro
que no les pertenece