ANTOLOGÍA: DANIEL ALEJANDRO SIERRA TORO

DANIEL ALEJANDRO SIERRA TORO (Bogotá, 1990). Terrorista poético, docente en creación literaria. Un don nadie que le gusta pensar cosas y situarse a la orilla de lo establecido. Creo en todo, pero sobre todo en el poder de la palabra y el devenir. Un nosotros que es cada día más uno, sin dejar de creer que somos varios. Actualmente coordina Inserdios, un semillero de investigación para la creación literaria dedicado al estudio y difusión de las literaturas marginales y la estética latinoamericana. Nunca ha publicado y siempre pierde en los concursos de poesía (hasta ahora). En el 2022 resultó ganador del II Certamen Nacional de Poesía Basura John Gómez 2022.
Arqueología del yo y el caos
No soy un académico de racamandaca,
ni tomé teta al frente de una biblioteca.
No hablo en inglés desde el útero
y nunca escuché a Mozart de feto.
No escribí mi primer poema a los tres años,
ni estudié en un colegio de tradición moderna.
Fui del común medio dominado,
del que jugaba fútbol todo el día
y veía superhéroes gringos, en el televisor hecho en China,
por el canal peruano,
del que pintaba a Gokú con nubes musculosas
en el cuaderno de Natalia París.
Del que se tomó toda la sopa
y quedó gordo
y se volvió adicto a los Doritos.
No fui bueno en matemáticas,
ni en ciencias,
ni en religión,
fui el que se quejaba de todo
y era bueno en ciencias sociales
e historia
un gran abogado de los pobres, decía mi padre.
Desde niño supe
que el mundo estaba mal,
que solo los hombres
blancos
limpios
patriotas
y cristianos
eran hombres,
los que rezamos con la izquierda
y teníamos la camisa por fuera,
veníamos dañados.
Recuerdo
que un día hice una célula en Lego
y el núcleo era el rey del castillo,
y las mitocondrias eran esclavas con escoba
y ahí supe que hasta las células
tenían un opresor
y que en el ADN vivía el racismo con el que nos criaron,
no había muñecos de lego negros.
Estudié en un colegio franciscano,
éramos la última generación
de machos reprimidos
que iba al gimnasio en los descansos
y veía a mamá en todas las profesoras,
los últimos
que se masturbaban en colectivo
viendo a Emmanuelle en el espacio.
La adolescencia lo empeoró todo,
en sexto vendía chicles y gomitas
así fuera prohibido en el manual de convivencia,
en séptimo me escapaba al billar
a estudiar física,
en octavo fumaba cigarrillo en los descansos
y llegaba con guayabo a las olimpiadas,
en noveno tenía el pelo largo
así los curas dijeran que Jesús no era ningún hippie,
en décimo ya me había tatuado el comunismo
y quería ser médico revolucionario;
Y en once vendía marihuana
así fuera el representante de los estudiantes.
Siempre llegué
más tarde que temprano,
y más temprano que tarde,
temprano al aguardiente barato
al moscato passito,
al tabaco,
y a la cannabis
tarde al amor,
a la poesía,
y a la infancia,
me caí muy rápido del árbol
y no supe trepar.
Ahora,
quisiera recordar
dónde comenzó mi amor por la autoridad,
mi magnetismo por romper las reglas,
mi obsesión por criar mariposas,
y mi adicción
de revolotear
en el caos.
Poema ganador del II Certamen Nacional de Poesía Basura John Gómez 2022
El bromas es un ciudadano común y corriente
Así es la vida,
de pequeño mi padre solía decírmelo muy seguido
así es la vida,
como si una sola palabra
describiera el dolor de existir
como si la totalidad fuera posible,
así es la vida, ¿cómo?
como cuando matas al zancudo que no te deja dormir,
y luego llega otro,
o cuando se marchita alguien cercano,
y en menos de lo que canta un gallo descansa,
o como cuando se muere tu planta favorita,
Así es la vida,
como cuando
nace tu hijo y no sabes cómo cargarlo
ni como explicarle que la vida son nueve meses y un parto
de 10 horas
Así es la vida,
como cuando
te quitan la medicación,
cierran tu programa de beneficencia,
te echan del trabajo,
se muere tu madre,
tienes Edipo,
tu padre te abandonó,
sufres de alucinaciones
y risas dolorosas,
sufres de poesía,
tus estudiantes no te respetan,
y te salen granos en el culo
por sentarte en la silla caliente de la monotonía.
Así es la vida,
como cuando la guerra toca a la puerta de tu casa,
de tu barrio,
de tu vecino,
de tus hermanos,
como cuando ves la sangre correr
por tu río,
como cuando juegan fútbol con la cabeza de tu hermano,
como cuando aparece tu hijo en la fosa común,
como cuando juegan a la violación con tu hija,
como cuando ves las lágrimas caer de dolor
por la mejilla de tu madre
Así es la vida,
¿Me puedo llevar mi pollito?
y mis vacas, y mis cerdos, y mi nevera,
–No se quede con mi hijo, por favor–
–Tiene 3 horas para largarse…
Así es la vida.
¿Cómo es la vida papá?
I’m starving, you are starving, we are starving
Siempre que me daba hambre
y se me pegaba la tripa
y el corazón del estómago empezaba a llorar
Recordaba a papá diciendo:
los niños de Cuba están aguantando hambre,
y yo
guardaba la papa que sobraba en mi plato,
para llevarla a los compañeros
cuando fuera a conocer el comunismo,
pero los capitalistas no viajamos a Cuba,
porque la tenemos bloqueada.
Siempre que me daba hambre,
y mis células empezaban a comerse entre ellas,
y el corazón se me arrugaba con el ayuno de los pobres,
recordaba a papá diciendo:
los niños de África están aguantando hambre
y yo
me inventé una nevera para guardar las sobras del mundo
y así
llevarlas a los niños que morían de hambre en África,
pero una nevera con ratas no es suficiente,
y las sobras nunca alcanzan
para alimentar un pueblo saqueado,
colonizado,
explotado
y blanqueado.
Cuando estaba en la Universidad
y me moría de hambre,
recordaba que los niños Wayuu morían de sed,
y que en el Chocó,
los niños morían desnutridos
y que en las calles de Bogotá
había niños mendigando para comprar comida y droga,
y así
distraer el hambre que vivía en sus panzas
para entonces
me inventé que el pobre es pobre porque quiere.
Todavía me pregunto porque los niños que mueren de hambre
son comunistas, negros, indígenas e indigentes.
¿Será que los niños capitalistas no mueren de hambre?
Síndrome de Doña Florindia feat. Residente y Eduardo Galeano
Si América Latina fuera una vecindad
no sería bonita
el Barriga señor sería el dueño y presidente,
y el Chavo sería el héroe disléxico
con un creador facho
porque la pobreza es disléxica y cínica
y siempre tiene que pagar la renta
así en un barril viva a veces
esperando las boronas
de la torta
de jamón
que caen
de la boca
del señor Barriga.
Mientrastanto,
el llanto de la Chilindrina
es la violación
de nuestras madres
nuestras hijas
nuestras hermanas
Latina
América está dividida en 4:
lxs pobres que sueñan con salir de pobres
lxs pobres que nunca tuvieron sueños,
lxs mestizxs que sueñan con ser gente de bien
y la gente sin piernas, pero que camina.
El sur realismo es Quico
como el mejor amigo de la chusma
y Doña Florindia
como la mejor enemiga de la chusma,
la que cree que el pobre es pobre
porque quiere
que el indio está mejor en la selva
y que el negro solo existe si es esclavo
¿Qué tal si Quico hubiera salido del closet?
En América Latina todos todos todos
somos chusma
TODOS colgamos los calzones
en la misma cuerda
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