ANTOLOGÍA: ANNIE FLEURS

ANNIE FLEURS. Cali, 1994. Estudiante de historia de la Universidad del Valle. Descrita como un cuerpo que desea, ama y sufre, Annie se cuestiona y se descubre con una escritura tornasol y húmeda, cargada de luz. Su trabajo de grado busca hacer una reflexión histórica sobre las identidades trans desde el discurso psiquiátrico desde los años 50’s a los 90’s.

 

Sueño con ser una anémona onírica
con los bigotes de pistacho
el gato que me muestra su panza

Sueño con una mariposa violeta
que lame la solapa de mis pesadillas
y vuela entre recintos viscosos
a la luz de la luna

Sueño con los brazos de mi padre
abiertos como un gran poemario
donde la ternura es la cúspide de cada palabra

Sueño con la cara alegre de mi madre
con su mundo campesino e infantil
las faldas del Galeras sonrojando sus mejillas

Sueño con la suave caricia de la noche
y un estanque de amapolas azules
donde un lirio brilla en el centro

Sueño con que somos de algún material
que no tiene nombre

Sumérgeme tú en tu lavanda infinita
pliega el cielo en mi memoria
lame las cortinas monolíticas
de la verde existencia
cubre de humedad todo lo que fue mentira

Sueño  con el  despertar un día de vuelta
en tu vientre, mi dedo pulgar sobre el labio.

 

Era tal su fuerza
que maceraba los ligamentos
que atan voces a la oscuridad
Era tal su manía de romper corazón
que la bruma perdía su espesura
en su presencia
Era tal la necesidad de inmiscuir al otro
que llama a voces de sirena
cisnes y luciérnagas mortuorias
Era tal la infame necesidad de roer al otro
que sus ojos no hallaban luz ni descanso
se posaban como el sol sobre el ocaso de una paz evanescente
Era tal aquel sabor a la hiel, a espinas
que las lágrimas brotaban por las hendiduras de claveles
Era tal fuerza de nostalgia que no bastaba con un poema:

-rompes poemas
como rompes corazones-

Lilith 

Ella se pasea por el jardín
ella recuerda aquel amor
recuerda la fuerza de aquel
muchacho su templanza
dura roca bañada por ojos de medusa
los arroyos caen entre las rocas
una estela de plata se forma en los monolitos

Aquel amor jamás contempló
la igualdad, aquel amor
confundió tu corazón de niña
con sumisión y abnegación
obediencia al falo
obediencia al desierto
estéril del que no emergen sentimientos

Lilith mujer primigenia, ¡huye!
eleva al cielo tus cabellos
que se han vuelto amanecer
tu sonrisa inmortal
quedará grabada en tu memoria
de joven Adán

Ahora tu cuerpo se entrega
a una libertad mayor
a un goce, a los brazos de Baco
donde olvidará tu nombre

Ella camina con la luna a sus pies
aquel destello melancólico
se ha vuelto pálida belleza.
dejas un rastro de pétalos rosa a tu paso
aquel loto te contempla
las ramas de los árboles cobijan tus mejillas
la noche te ha adornado con estrellas
y caen las castañas a tus pies

Lilith, de pechos blanquecinos y piel rosácea
se te ve más allá del paraíso

¿será tu caminar un himno a la soberbia
y libertad?

Será que a tu paso siembras
la tierra de un suave aroma
almeja, tierra húmeda, flor de lavanda

Dejas un lastre de lamentos entre los arboles
llora el sauce tu despedida
lloran los cipreses y
ni el oscuro ébano
ni las grandes enramadas de castañas
pueden soportar tu nostalgia

Él también te buscará
enviará cuervos, un pulpo entre sueños
enviará a su padre
todos fracasarán

Pierde la tierra su brillo virginal
pierde la noche preñada su belleza gestante
ante tu ausencia

Pierdo yo mi inspiración
Lilith habita mi cuerpo
habítame, entre tus suaves besos
nocturnos.

Haz de mi tu semejanza
mujer rebelde
mujer destinada a sí misma
mujer del más allá
mujer de luna cual laguna a sus pies

El sol no es más que un melancólico
recuerdo de tus cabellos

Perpetua tu voluntad en mí
aquella voz rebelde
haz que los hombres a mis pies
sean los cerdos de Circe

Dame la fuerza oculta de
la diosa afrodita

Vísteme de la noche de Diana
y que el búho guíe mi
sabiduría

Haz de mí tu hija
cuéntame los secretos
ocultos en tu corazón

Dame el arco y la flecha
el sol y la luna
dame también la belleza de medio día.