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COLOMBIANA EN SAN PETERSBURGO, LO MÁS DIFÍCIL DE SER MÚSICO

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Por Katherinne Castañeda Calderón.

El encanto de un contrabajo a veces se hace invisible ante quienes no conocen el instrumento, por lo tanto, no está de más empezar por decir que su belleza y su sonido no son la única cualidad de ese instrumento. La fuerza que requiere y el talento van mucho más allá, porque para lograr técnicas como el pizzicato se requiere el uso de los dedos, y una fuerza delicada para hacer sonar las gruesas cuerdas del contrabajo, y lograr una musicalidad incluso mejor que la de cuando se usa el arco.  Es un instrumento clásico, y la música clásica es conservadora, estricta y requiere disciplina.

Por otra parte, pocas veces sabemos las historias de quiénes se van al otro lado del mundo y su talento resulta abriendo las puertas de otros mundos y otras culturas. Estas son la clase de historias que no vemos en los grandes medios, pero que son más grandes que eso, y hay que contarlas. A esta historia le he hecho seguimiento durante algunos años, y hoy se las quiero compartir porque es mi manera de decirles que Colombia es rica en música, en sonidos y en experiencias reveladoras de cosas que a veces nos parecen imposibles.

“A una prima se le ocurrió la idea de estudiar en Batuta, los papás le exigieron que tenía que ir conmigo.”

Esta es la historia de Ángela Contreras, una bogotana de pura cepa, quien se inició en la música con las enseñanzas de la fundación Batuta de Bogotá. La artista, asegura que su paso por la música llegó por casualidad, “a una prima se le ocurrió la idea de estudiar en Batuta, los papás le exigieron que tenía que ir conmigo”.

Con el tiempo, la casualidad, que para muchos resulta ser el destino o el camino para el que estamos hechos y gracias a sus docentes Marta Sofía y María Cristina Rivera directoras de Batuta. Lograron enamorar de la música, a una mujer que hoy se autodefine como una “come libros”.

«Ahí empezó la historia de la única extranjera en la Orquesta Mariinsky de San Petersburgo.»

La contrabajista empieza su carrera, en la percusión sinfónica, porque en la fundación no había contrabajo. Dos años después de estar en la percusión, llegaron dos contrabajos al centro orquestal. Ahí empezó la historia de la única extranjera en la Orquesta Mariinsky de San Petersburgo.

Luego de casi ocho años de estudio en batuta, todo apuntaba a que el destino de Angela Contreras era ser música; sin embargo cuando se graduó del colegio ella quería estudiar física. “La idea era que yo iba a ser astronauta” aseguró Contreras.

«Sus maestras de la fundación le cambiaron la idea de ser física, apelando  a los años de estudios musicales.»

En Batuta estuvo hasta los 16 años, sus maestras de la fundación le cambiaron la idea de ser física, apelando  a los años de estudios musicales.

En 2001 ingresó al conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia, donde posteriormente obtendría en 2010 el título de Contrabajista. En el proceso del conservatorio, ella trabajó en la filarmónica, en ópera, zarzuela y casi cualquier institución musical de Bogotá.

«En Colombia no se cuenta con los recursos suficientes para que un músico tenga las condiciones necesarias para su proceso creativo.»

Por el 2008 se le presentó la oportunidad de ser seleccionada para participar en ‘YOA Orchestra of the Americas’ es decir, la orquesta de Las Américas que fue fundada en el conservatorio de Nueva Inglaterra por el 2001. Está orquesta se inspiró en el sistema nacional de orquestas juveniles de Venezuela, y lo que busca es tocar con personas del hemisferio americano.  “Es una orquesta donde envías una audición y si te aceptan te llevan de tour todo el verano con profesores de las orquestas más famosas del mundo” según, Angela Contreras.

Ella considera que el proceso con la orquesta de las américas, le abrió la mente, dado que en Colombia no se cuenta con los recursos suficientes para que un músico tenga las condiciones necesarias para su proceso creativo, mientras que afuera los artistas pueden adquirir mejores instrumentos y tener estructuras adecuadas para el estudio de cualquier instrumento.

«Él le ofreció realizar la maestría en Juilliard, una de las mejores universidades de música en el mundo.»

En 2011, en un viaje con la Orquesta de la Américas la contrabajista tocó en el Carnegie Hall, una sala de conciertos en Manhattan, Nueva York. A raíz de esto, Contreras buscó al maestro Eugenie Levinson del cual ella tenía un par de discos.

Después de presentarse ante Levison uno de los más importantes contrabajistas de Nueva York, también maestro de Juilliard. Él le ofreció realizar la maestría en Juilliard. Una de las mejores universidades de música en el mundo, pero también una de las universidades más costosas.

«Para costear lo que requería estudiar en allí, la artista obtuvo dos becas en Colombia. Una con con Mazda y otra con el Icetex.»

La contrabajista asegura que estudiar en Juilliard era imposible, dado que no contaba con los recursos para pagar una matrícula y mucho menos el sostenimiento en una ciudad como New York.  Sin embargo, el ucraniano Eugine Levinson, le ofreció una beca para realizar la maestría.

Para costear lo que requería estudiar en allí, la artista obtuvo dos becas en Colombia. Una con con Mazda y otra con el Icetex.

«Su tutor le insinuó que se fuera a trabajar con la orquesta Mariinsky, una idea alocada porque la orquesta Mariinsky era netamente rusa.»

Por otro lado un Alemán, Rolf Meijer Werner subsidió la vivienda y alimentación porque un año en Juilliard cuesta alrededor de 35 mil dólares y la vivienda con la alimentación casi 15 mil dólares, lo cual en la época equivalía a casi 130 millones de pesos.

La artista colombiana culminó la maestría, y luego de un concierto en el festival Pacif Music Festival, en Sapporo Japón, regresa a Colombia con la idea de volver a buscar trabajo en Estados Unidos.  Pero su tutor le insinuó que se fuera a trabajar con la orquesta Mariinsky, una idea alocada porque la orquesta Mariinsky era netamente rusa.

«Una espera estresante, una espera que dependía de la burocracia, de una ley para la contratación de extranjeros.»

Rusia se destaca por tener grandes concertistas y Mariinsky es un lugar dónde el arte tiene gran importancia para su cultura. Aún así en Rusia existen varias restricciones para poder trabajar y más como músico. A pesar de esto la artista Colombiana logró una audición con él director de la orquesta Mariinsky de San Petersburgo, Valeri Gérgiev. En la audición la contrabajista tuvo que tocar la consagración de la primavera de Stravinsky, y el segundo concierto para piano de Rajmáninov, que tuvo que presentar sin ensayo, dado que desconocía lo que Gergiev le exigiría. Luego de un día de audición el director de la orquesta la entrevistó y finalmente le propuso hacer parte de la orquesta más importante de Rusia.

Casi era un hecho que la contrabajista estaría en la Orquesta de San Petersburgo, pero las restricciones de la visa de trabajo en Rusia frenaron a la artista durante casi un año, desde 2013, para que pudiera trabajar de manera oficial. “Una espera estresante, una espera que dependía de la burocracia, de una ley para la contratación de extranjeros.” afirmó Contreras.

«El talento te empuja hasta cierto punto, pero un talento que no se cultiva, se pierde».

La artista colombiana inicia el 2015 viviendo en Rusia, y considera que toda la historia por la que ha pasado le ha dejado claro que los músicos colombianos tienen el talento suficiente para estar al nivel de músicos de otros países. Considera además que a los músicos no se les apoya los suficiente en materia de infraestructura y de instrumentos de calidad. Estos tienen costos elevados, mientras que en lugares como Estados Unidos y Rusia las facultades de música tienen el respaldo para que el artista desarrolle al máximo nivel, sus capacidades. “El talento te empuja hasta cierto punto, pero un talento que no se cultiva, se pierde”, afirmó la artista.

Angela Contreras es el precedente de ser la única extranjera en la orquesta Mariinsky de San Peterbusrgo, a pesar del idioma y la cultura que por fortuna según ella ha tenido el mejor acople, gracias a la ayuda de muchos de sus compañeros.

«Estoy convencida de que Colombia está llena de talento, lo que pasa es que nos toca trabajar.»

Para finalizar, enfatizó en que “Lo más difícil de ser músico es no perder la ilusión de que se puede”. “Ojala en unos años de alguna forma pueda volver a Colombia para que los chicos que estudien en futuro tengan mejores posibilidades, estoy convencida de que Colombia está llena de talento, lo que pasa es que nos toca trabajar. Hay que apuntar siempre al astro más lejano, lo que no te enseñan en Colombia nunca”.

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4 comentarios sobre “COLOMBIANA EN SAN PETERSBURGO, LO MÁS DIFÍCIL DE SER MÚSICO Deja un comentario

  1. Conozco a la maestra Angela, es una bonita persona que te motiva con su ejemplo y disciplina.
    Lástima la redacción de este artículo.

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  2. Ángela que artista!!!, El ejemplo de disciplina y consagración, tiene toda la razón muchos talentos colombianos se pierden ya que en Colombia solo se trabaja para sobrevivir, y no se tienen recursos para estudiar y progresar.
    Que bien por ella, que magnífica artista.

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