ANTOLOGÍA: ÁNGELA BRICEÑO

ÁNGELA BRICEÑO (Tunja, Colombia, 1987). Licenciada en Idiomas Modernos y estudiante de Maestría en Literatura (Uptc). Formación en periodismo, Código de acceso (Casa editorial El Tiempo). Transitó el periodismo narrativo con Periódico El Lunes, semanario impreso (Boyacá). Su escritura se sitúa en el relato corto y la poesía; explora el/la performance. Microrrelatos y poemas en La esquina delirante, El Espectador; II encuentro de poesía haiku, Cantoalagua México; 5º Circuito Artmenia, Colombia; antología Pandemias crónicas, Corporación Cultural Alejandria; antología Profana, poemas de amor, de locura y de muerte en el siglo XXI, Ediciones Perro Gris, Argentina; Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida. Poesía visual y performance: Veneris, XXI Salón de Arte Religioso Tunja (2021); Un peregrinar de los leprosos, 48º Festival Internacional de la Cultura, Boyacá (2021); Apenas una palabra, Arte participativa e performance relacional, Brasil (2021); Los pasos del tren y Videopoema del cuerpo para la libertad, Programa Departamental de Estímulos Boyacá reactiva la Cultura (2021).
UN PEREGRINAR DE LOS LEPROSOS
I
DIAGNOSTICADA encerrada
madrugada febril
desvaría
escucha el coro de los distantes, júbilo incesante
Asintomática -baila
oye acaso el último silbo de tu pecho
irreversible silencio acumulado
porque las palabras saltaban solo en la mente
muda -aislada -no deshecha
batallan las uñas secas espantando el polvo de otro rincón
No es el pulmón
no el corazón lo que no contiene más fuerza -más ritmo hoy
en esta esquina izquierda
no por ser noche de niebla será fría la contienda
qué te desampara o qué otra cosa entonces llega -o se va
una parte de tu cuerpo que nombraste inmortal
qué te falta o qué te sobra, qué desencaja,
qué te borra, qué estorba
Cuando arrancaron el último trozo de tu aire
retumbó un diafragma hinchado
oíste inconsciente el final de su canción:
bailan aún
los leprosos en círculo, huesos calientes, no pararán
-no pararán
-no pararán
Pieles descamadas
cantos que creíste que curan
un perro aúlla, aruña, implora
no deja de gemir afuera
también esperas afuera
pero no abrieron la puerta, y nada que amanece
mata las horas saltando el lazo
a medianoche en el parque y sin antebrazos
Nadie se asoma
II
LA FILA ES LARGA
Nos miramos los unos a los otros
Primera reacción: prevención
Aparece lástima o compasión en el gesto
Nos reconocemos acorralados
por el diagnóstico infecto viral -oracular
Escamas nuevas en la frente y el pecho
Pies helados -deshidratación
Y los leprosos lo sabemos
Bajo llovizna y niebla -cuerpos externos evaden cualquier roce
nos miran con terror
Nos ensimismamos inciertos
Agachamos la mirada para recordar mejor la mirada
La memoria nos ha fallado últimamente
Nos encorvamos y seguimos caminando juntos
en silencio
El eco de la naftalina ya casi nos alcanza
¡Ah! La fila es larga
Con los primeros pasos perdemos elasticidad
Automatismo lento, fractura
Las siguientes contracciones de los dedos insisten
son incontrolables
Recordamos el piano y el sonido del piano
Estos dedos en el piano
Las rodillas pesan
Recordamos cuando gateábamos sobre las teclas del piano
Las rodillas duelen
Tardamos porque vamos escribiendo en nuestra mente
Nos demoramos, seguimos cavando en nuestra mente
Afuera es el silencio, las sílabas no despiertan
Comenzamos a movernos en cámara lenta -ya débiles quizás
El aire tiembla tanto
Y no es tan fría la palabra frío
Nos nacen caparazones
La fila avanza un poco más y giramos
Sí, la fila se mueve, es hilo inquieto, es línea
Se parece tanto a la primera.
Sí, se parece tanto a la primera línea.
III
¡CONSUÉLANOS, OH NOCHE!
Las primeras líneas del mundo son escudo y espada
a unos cuantos metros de distancia
Las primeras líneas del diagnóstico nos confunden.
Una vez, las primeras líneas blancas
nos dejaron los ojos de par en par
y los dientes apenas temblaban sin control
Las primeras líneas de nuestra escritura, chueca divinidad, necesitan respirar
y cómo nos duele ya la mano de tanto frío
Las primeras líneas son valientes, móviles y esperan vencer.
Pero también las asesinan. Las borran
Nos hundimos, nos apagamos
al encuentro de la catástrofe vamos sin mecanismos de defensa.
Ya no hay colores a oscuras, cuencas sin ojos andamos
Desatornillan nuestros cuerpos bajo las luces
frente a las cámaras
somos la acción, somos el blanco de la ejecución
somos el polvo de la noche
la plaza de la ciudad nos aspira bruscamente
y nada queda en la transmisión
Somos esporas
Escribimos atónitos la fórmula, bajo tan alta carga viral
No faltará ningún apunte en nuestros cuadernos escolares enmohecidos.
El aparatico de la tienda china
suena cada vez que abren la puerta y es anuncio
Las sombras gigantes de hombres gigantes con caparazones gigantes
hacen sentir que el tamaño de nuestra cabeza crece sin parar
Ah, ya hemos regresado invictos de la droguería mundial
la paranoia nos abandona
Hemos llegado de la huerta de la señora Matilde
y no había papayuelas qué pesar, no hubo cosecha.
A punta de remiendos caseros
hemos venido a curar la primera línea de un poema
al que le faltó el aire antes de nacer
situaciones patológicas, dicen.
Primeros auxilios
nuestras uñas arrancan el tapabocas con furia
desprendemos las costras sin compasión.
¡Consuélanos, oh noche!
Congestión, necrosis pulmonar, fibrosis pulmonar
tristeza o coagulación pulmonar, daño alveolar extenso
Punzada cerca muy cerca del corazón
cebolla cabezona morada contra el pecho
Azitromicina durante tres días
Pedialyte 60 de manzana
Pedialyte 60 de fresa
Pedialyte 60 de uva
Cuerpo diluido por dentro, somos olla presión
podemos sentir justo el borde
El contacto con el afuera pesa
el aire es denso, inoloro pero denso
y no conseguimos por ninguna parte Pedialyte de coco
Acetaminofén de a dos pastillas es mejor
Distancia, disonancia, distorsión
ese pito en el oído
Una mano monstruosa de jengibre
Dos manos monstruosas de jengibre
Tres manos monstruosas de jengibre
Jengibre en polvo, canela en polvo, miel
¡MORINGA MORINGA!
Tres pastillas de Ácido Ace til Sa licí lico + tres limones medianos cortados en cruz que deben ser hervidos
en dos pocillos de agua hasta que se evapore la mitad
Al tercer día nuestros cuerpos resucitan
y descubren el secreto
Bendita seas horrible bebida, gloria al aire
y a todos los leprosos de la tierra
Gloria al agua que escurre esta tarde por nuestras frentes
Empezamos a sentir el olor, aún la atmósfera es alcohol
¡Consuélanos, oh noche!
El pulmón izquierdo nos recuerda que tenemos un pulmón
o quizá sea un corazón
El aire caliente, espeso antes de ser hierro
hierve y no quiere, no quiere entrar
Dolor de cabeza. Dolor de musculos. Dolor de piernas.
Conciencia de ayuno extremo y el pito que regresa a los dos oídos
Por nuestra gran culpa, doble mascarilla y está prohibido abrazar
No, los leprosos no abrazan, dicen.
Una bola que hierve se pasea por el pecho y se posa
en el pulmón izquierdo
Bronconeumónicos fuimos de niños, dicen.
Vértigo. Piernas y rodillas adormiladas
El aire caliente bien caliente. Y nuestro pecho caliente bien caliente
La primera noche se parece tanto a la primera línea
Despertamos, expectoramos, nos preparamos
¡Eah, muchachos, a la carga
con una mano, con la otra
con un pie, con el otro!
y obligados ponemos este pecho caliente bien caliente.
Punzada, color de limón, brazo izquierdo adormilado, espalda tiesa
músculos izquierdos eléctricos
Inoloro es el mundo de nuevo.
Descoordinados, sentimos el ahogamiento tan hondo
como que ya se nos está apagando todo el cuerpo
Es una sensación sin sensación cuando no hay aire
Dormimos sentados, dormimos boca abajo, dormimos con los ojos abiertos y vemos la mirada sin cornea,las cuencas apenas se apiadan de nosotros, hay que seguir
¡Eah, muchachos, a la carga
con todo el cuerpo!
¡Consuélanos, oh noche!
Al final de la estancia, niños y abuelos leprosos cantan.
Casi todo es júbilo
se ven las primeras luces ya
hay que esperar
No hay aire para más pulmones, no pasó de la garganta
Se quedó del otro lado del muro, del otro lado de la ventana
del otro lado de esas paredes medievales.
El silencio es un pescado rabioso atento, sin percusión
Nos muestra sus dientes desatormentado apenas
Antes de esbozar el tercer acorde que nuestra garganta no absorbió
cae sin aire y la música se desborda
No coordinamos aún pero vamos marchantes, radiantes, palpitantes
dejamos en el aire algo que se parece mucho
a las semillas de un diente de león
avanzamos sin rumbo hacia lo incierto
llenos de certidumbre sin embargo
Nuestra tos, oh leprosos, horroriza al mundo sin consuelo
Un puñado de flores de sauco, panela, pedialyte de coco
o al menos esencia de coco, miel, limón y cúrcuma
¡MORINGA MORINGA!
Sí, en este asilo las noches no pasan de ser niebla
Sí, en este asilo, juntos desahuciados, entonamos la última carcajada
Sí, en este manicomio las palabras humean eucalipto todo el tiempo. Somos vapor
Los leprosos ya no esperan cielos azules, limpios, dicen.
Viajamos lento, vamos descalzos al encuentro del tedio…
Otra mañana gris
Los leprosos toman bebidas calientes a las seis de la mañana, dicen.
Nuestros pocillos desportillados, privilegio de enfermos
Guardan un decorado especial
sentimos una luz caliente en los huesos.
Y brindamos
¡MORINGA MORINGA!
Despertamos a la intemperie
le tememos a la variante
caminamos por la variante
No hay faroles aquí
Así es la fiebre de los leprosos
Las cifras aumentan, dicen
Hay certeza de que a esta hora somos más
hacemos equilibrio caminando apenas sobre un hilo de aire
se acerca el mareo
Alguna vez empezaremos a ver el azul descolorido
¡Consuélanos, oh noche!
DESPIERTA
un día. un día cualquiera. otro día cualquiera. apenas empieza a ser a.m. y ya el ruido. congelamiento de cuerpo todavía. quietud. ciudad blanca. una antorcha ardiente se esconde dentro de los huesos. anaranjado halo bajo la niebla. es realmente fuego el silencio. bocanada honda de aire. oler este aire. escuchar arterias y venas: avenidas imparables de colores derramados. ya descritos. frotar pantorrillas. estirar los dedos. definir el sonido. llovizna primera. silencio dice tres líneas-en blanco-sobre blanco. ciudad y muro. un dibujo aún en el aire. trazo se borra. mientras va naciendo. huellas automáticas en otro aire. pausa sin puntos. algo que rasca. algo que inflama. algo tirita. trazo-morfema-contracción y nausea. có-mo. des-en-tu-me-cer. o-tra. hora. de la mañana más blanca
dedo pulgar del pie izquierdo, muévete.
verificación del calendario. presentimiento. día 17. recuerdo de un bosque que nunca conoce. es la farmacia del ángel que la neblina escondió. Evocación. verso congelado permanece no se borra. no quiso borrarse nunca más música para la concentración teclas-orificios-golpes en la cara. música sin palabras en la cara ojos sin brillo eco y resonancia luz del otro lado quiso evadir música líquida música amniótica. música en silencio la arroja. canción. canción de noche suena en la mañana afuera toda luz para este párrafo negro no se borra no quiere borrarse más canción sin cuna algo rasguña y quiere nacer canción sin voz en la cara. antes de aprender de memoria los brazos de mi madre, me caí
caja de palabras, despiértame.
Placenta. posición fetal. ya no han vuelto a arder las palabras en horas tempranas. pero todo habla en la mente respiración caliente acelera fuera del contorno las cosas van bruscamente. despacio. expansión de materia estrella estiramiento volver suavemente dar un bote de para atrás. regresar por el lado opuesto abrazar rodillas recogimiento intenso de cuello sin embargo hay algo que siempre quiere estallar y como que falta el aire al pretender una nueva expansión estando empapados los cuerpos percepción empieza a andar afán alarma ruido una cosa ladra fuerte algo taladra sin ritmo truenos dentro del cemento aceleración de llovizna gotas amables gotas despiertas gotas con lenguas todo dice todo habla todo pregunta todo insinúa todo a la vez y la voz automática responde sí no gracias con gusto con cafeína con canto con textura de piel con frío gotas siguen saltando no dejan de preguntar y sin embargo sale el sol por otra ventana ciudad blanca calor y frío y sin embargo el viento mueve las palmas de afuera y sin embargo no hay agua ni dios no hay palabra no hay aire no respiración en otros cuerpos sin embargo algo palpita todavía algo palpita tartamudo y fuerte expansión tercera ansiedad o ritmo y frenesí en el tacto que el sol activó. pero las gotas se van a reventar tocar las palabras antes de pronunciar desistir volver acercarse abrir la boca. modular sílabas que son teclas orificios golpes que se pasman. pero las gotas no estallan ruido blanco blanco sobre blanco ciudad blanca. a ese lugar donde las cosas pesan hablan huelen, quiero ir
aprende. desaprende. se aprende. desprende. se aprende a navegar. se aprende a navegar y ya se sabe volar. se puede respirar arriba del arriba. aprendiste el arte de los nadadores lastimando un útero que no fue el tuyo. aprenderás que un pájaro no se cae fácilmente. volarás. pero nunca. de cuerda umbilical de la tierra. te desprenderás.
lengua primera, conéctame.
yo vivía a veces en la luna y en las estrellas y una vez desaparecí mundo de gestos mundo de palabras con ecos mundo de nombres mundo de tantos colores mundo de gritos mundo de aullidos mundo de lamentos pero las manos buscan aire los minutos no esperan a algunos pensamientos que van muy lento y se entierran a pensar a algunos cuerpos que van tan lento inyección de fuego pero las manos quieren tocar el aire diez y siete bolas de lava ruedan por un cuerpo en blanco papel sin rayas papel sin cuadros papel con estrías piel sin tatuaje caída fonemas volátiles parsimonia sílaba o vibración parada pliegues vocales falsos despiertan incineración por pronunciación imposición Sieteydiezysieteaeme me dice el neón.
LOS PASOS DEL TREN
UNO
Setenta y siete huellas de vagones
Historia de cargas
memorias de pasajero
Setenta y siete huellas de vagones y más
No cesa el tiempo
Golpeteo de lluvia
Apenas nazco
danzan mis ojos
Conocí el movimiento
No fue aún la rueda
Conocí la herida de la luz primera
Cuántos vagones
tantas escalas
Cuántos pasos
Pasa
No pasa
Púas amenazan
Aprenderé a saltar
DOS
Ruidos metálicos
Rechinar de insectos
Rechinar de canciones
Guillotina que tritura
cuerdas destempladas
El anuncio de una estación desconocida
Tímpano herido
Máquina: este poder de hierro y vapor
TRES
Madrugada nublada
madrugada helada
O esa electricidad que da al ritmo
sonido de los rieles
Máquina: poder de hierro y vapor
Vapor de boca
Vapor de frío
Vapor de madrugada nublada
Rumor de estación
Norte o sur
resbalar de vagón
Niebla
Madrugada helada
Halo de sílaba
Exhalación
CUATRO
Donde se encuentra el óxido del cuerpo
araña la mira
teje sin sincronía
cuando era niña
escuchaba el tren pasar
y no lo veía
eco de grillo a pleno mediodía
canto que lleva frío
tejido que lleva frío
donde hay más óxido
araña
la mira
grillo a pleno mediodía
cuando era niña
CINCO
Una rueda fue
y yo
insecto de compañía quise ser
no pasaba el tren
Caldera fundió el acero
A más de mil grados sobre cuerpo
Y yo
Insecto de compañía quise ser
Crujía la espera
En mi otra hoja seca
Solté las escamas
Penúltimo aliento descargué
Una rueda fue,
partió mis alas
insecto de compañía quise ser
SEIS
El tren partía
Cortado el fuego
No se alcanzaban a despedir:
el viento, de los cielos
las hojas secas, del tiempo
las alas, de los cuerpos
El tren partía
Ya era la sombra de otro sueño
que la niebla todavía desprende y lleva
Lleva colgando
Nuevo mandamiento:
Después de la disección
no regresar en otro sol
SIETE
El sol más tarde
Las piedras ardientes
ansiedad
el ser concreto
carrilera
una estatua que no deja de mirar
las flores cansadas
el ser instintivo
el deseo del agua
o de una rueda original
El ruido inerte
una piel con frío
robó contracción
los brazos dormidos de una piel con frío
las manos colgantes en los brazos de una piel con frío
un dolor que no nace
una espera
la boca descubierta
una orilla calienteuna oreja caliente
el sonido Anuncia
una partitura destrozada
alas por el sol heridas
La punta del pelo
la punta del lápiz y la sed
la punta de la lengua
tu aire espeso Enuncia
Y el tren que no llega
el tren
tren que no llega
que no llega
no llega
No
OCHO
Pero alcanzábamos a sentir
la presencia de los vagones
nueve fragmentos
se movían con nuestra sangre a lo lejos
Acaso tuviéramos una sangre
el aire helado de las cinco de la tarde
los traía lentamente
invocación sorda ya
anuncio del llanto de sus flautas
inhalábamos un poco más despacio
ya no teníamos una imagen para volver
soñamos o lo vimos andar
nuestro caparazón es hoy
una lata cansada y sin óxido
Porque alcanzamos a sentir la presencia del tren
NUEVE
los caminos cementados no dejarán de extenderse
el aire cesará
las partituras disonarán
los insectos tejerán su embriaguez, los caminos opuestos se achicarán
el tren
llegará, no llegará, llegará, no llegará
dos segundos después
lo esperaremos
debajo de este mismo riel
llegará, no llegará, llegará, no llegará
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