MAROON 5 EN BOGOTÁ, OCHO AÑOS DESPUÉS

Por Lizeth Montañez Herrera.

Fotografías cedidas por OCESA COLOMBIA.

Tomado de Revista La Chueca.

Desde que se supo que la banda californiana, liderada por Adam Levine, incluía dentro de su tour al Salitre Mágico, la expectativa por el show que ofrecería Maroon 5 era muy alta (además de que tendría como teloneros a la banda bogotana The Mills, quienes serían los encargados de abrir el espectáculo).

A las 7:30 pm se apagaron las luces para dar inicio al show de The Mills, quienes ofrecieron un espectáculo que dejó muy satisfecho al público, pues vibramos con canciones como Guadalupe, Adiós, Nadie, entre otras (incluyendo un cover de Hombre Lobo en París, de La Unión). Justo después, con la potente batería de Matt Flynn, dió inicio el gran show de Maroon 5, y la euforia de los miles de asistentes se evidenció en el momento en que Adam Levine salió al escenario cantando uno de los más exitosos temas del quinto álbum de la agrupación “V”, titulado Animals.

«Un momento mágico, pues Adam llamó a sus compañeros para que cantaran juntos a capela.»

Maroon 5 interpretó temas como One More Night, Stereo Hearts, Harder to Breathe, Lucky Strike, Wake Up Call, Love Somebody (que fue dedicado a Colombia), así como otros más conocidos, tales como This love, Sunday Morning o Payphone, siendo este último un momento mágico, pues Adam llamó a sus compañeros para que cantaran juntos a capela, y el público enloqueció con esto.

Con canciones más movidas, como la famosa Moves Like Jagger, y haciendo sus consecuentes pasos de baile, Maroon 5 desató la emoción de todo el público. Pero como todo tiene su final, aproximadamente a las 10:00 pm la agrupación se despidió del escenario, dejando tras de sí un público totalmente satisfecho.

«Cuando decidan volver a esta ciudad fría de cálidos corazones que ansían fundirse de nuevo en su magia.»

Feliz como nunca, salí del concierto que esperé por varios años (8 años, para ser exactos, desde su primer concierto en Bogotá), dejando tras de mí la alegría de haber podido verlos en vivo, y esperando volver a verlos en un futuro, quizá cuando decidan volver a esta ciudad fría de cálidos corazones que ansían fundirse de nuevo en su magia. Fue difícil regresar a mi ciudad de origen, pero agradezco a la OCESA por haberlos traído aquí y por hacernos vibrar a coro con su música.

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