ANTOLOGÍA: IGNACIO GALLARDO

IGNACIO GALLARDO GALLARDO FRÍAS. Nacido en Santiago de Chile, en 1980. Comunicador Audiovisual de profesión. Escritor, guionista y productor de oficio. Fundador del grupo literario «Aullido» en Concepción, en la década de los 90. Su primer poemario, «Testimonios de baja pureza», se publicó en 2015. Durante el último tiempo, ha desarrollado un trabajo principalmente de gestión en el ámbito literario, como fundador, productor y poeta del colectivo de poetas penquistas «Cóctel Lírico», que basa su andar en lecturas de la bohemia y bares penquistas y de localidades de la región y el país, desde principios de 2016, proyecto con el cual se ganó un fondo municipal que, entre otras actividades, les permitió publicar el libro «Cóctel Lírico: poesía menor de adolescentes tardíos», en 2017, con textos de 6 de sus miembros. Fue productor del ciclo de lecturas «La Infame Palabra» del célebre club nocturno Casa de Salud de Concepción. Actualmente, es colaborador y representante del proyecto Casa Bukowski Internacional y se encuentra en pleno proceso de creación de su tercer libro con la editorial del Sello Editorial Casa Bukowski.

VÉRTIGO

Pensé que estaba sordo
Pero el doctor alemanote me dijo
Que sufría de Vértigo

Le consulté si me podía recetar a Kim Novak
Pero no para verla caer del campanario
Sino para invitarla a escuchar poesía

A ella no le gustó la idea
Pues cuando se enteró que tenía que mamarse mis palabrotas insistentes
Se arrojó al vacío sin pensarlo dos veces.

TE PIENSO EN POESÍA

Te pienso en Poesía
Y todo lo demás está demás

Te pienso
A ti
No a otra

Te pienso
Eso ya es un mérito

Te pienso en Poesía
En forma autónoma

Es la Palabra Absoluta
La Poesía
Majestad perpetua y sublime
La más bella
Forma
De pensarte

Nos abandonamos a la voluntad del río
Nos alejamos de las virtudes obsoletas
Adornamos la brisa con pétalos de todos los colores
Abrazamos el sollozo hipnotizante que ondula nuestros cuerpos
Somos agua
Somos Poesía
Nos pensamos así, en Poesía

Vagabundeando sin cauces fijos
Figurando aquella estrella risueña
Somos Poesía, así nos pensamos
Y nos hundimos y nos deleitamos
Nos pensamos

Así

En Poesía

Por siempre en sueños y relámpagos
Palabra misericordiosa del ayer borroso
Milagro estampado en el horizonte
Cálida y encandiladora lluvia dorada
Fruto fresco del amanecer
Poesía rítmica y pensamiento insurrecto

Pienso la noche y despierto en Poesía

Pienso en Poesía
Te pienso
Y en Poesía
Te enciendes junto a la hoguera
Hasta encarnar en las cenizas
De un espejismo que insiste en volver
Una y otra vez
Como la Palabra que define categórica
A la Poesía que nunca fue pensada
Pues nunca existió
Más que en los matorrales ensoñados del vacío.

SEGUIMOS SOÑANDO

Todo es sueño
Todo alrededor es opaco como un sueño
Nítido como las burbujas de sus ojos atormentados
Avanzamos raudos hacia el mismo abismo
Es tan bello, es el horizonte perpetuo de la plenitud
El placer
Una copa de vino estropeando la gloria
Un sorbo de distracción entre tanta miseria
La magia disuelta en otros brazos.

FUEGO

No necesito respirar
Menos nutrirme
Necesito
Fuego
La muerte ya llegará, en su momento
La vida será cada vez peor
El agua se extinguirá
El Fuego es la salvación
Basta de llantos
Ya pasó el tiempo de la pereza
Sigamos el único ejemplo digno
El Fuego
Ilumina el corazón
El Fuego
Arden las moléculas
Seamos Fuego
Únetenos
En la hoguera todos reímos al unísono
Cada llama es tan bella
Como su cabellera ardiendo sobre mi calvicie.

ANOCHE SOÑÉ

Anoche soñé
Que tuve un sueño
Mojado no fue
Húmedo un tanto
Avasallador todo el rato
Decidor podría ser
Más que nada premonitorio
Soñé que en el espejo
No habían manchas blancas
Había fuego
Reflejos mágicos
Expectantes
Imposibles
Anoche soñé que me pagaban
Que el capitalismo no es tan malo como dicen
Que me alcanzaba a comprar la última y necesaria
Cerveza
Soñé que la cerveza no se acababa
Que por fin un milagro se hizo carne
Que tu mirada me apuntaba
Que el descalabro por fin valió la pena
Anoche soñé que inventé una rueda
Y que nunca se estropeaba:
Avanzaba por el camino
Esquivando las espinas
y anulando la escarcha del parabrisas
Soñé que la noche era clara
Que la mañana era sobria
Que los lamentos sonreían
Y que el mañana era sólo un pasajero más
Haciendo dedo en la carretera perfecta
Anoche soñé que todo era real
Soñé despertar soñando
Desperté soñando despierto
Fumigando magnates proletarios
Exiliando combatientes añejos
Descartando verdades insolutas
Acumulando vibraciones indiscretas
Vaciando jarrones vacíos
Danzando erotizados ritmos junto al océano
El fin de toda convicción
Soñé no una canción
Sino que dos:
Una dedicada al pánico escénico
Y otra al poeta inactivo
Que silente aguarda por ser escuchado
No me vengan con eufemismos:
Los sueños se convierten en fábulas
Y la poesía se diluye entre las sábanas
Soñé que mis manos alcanzaron
El pedestal emancipador
Del sueño hecho palabra
Anoche soñé que me acompañabas
Mientras cabalgaba hacia el infinito
Soñé que el aburrimiento
Podía transformarse en perlas.