ANTOLOGÍA: GUILLERMO ACUÑA GONZÁLEZ

GUILLERMO ACUÑA GONZÁLEZ (Costa Rica, 1969). Doctor en Ciencias Sociales Por la Universidad Nacional, Costa Rica. Investigador social en temas migratorios Latinoamericanos por más de 25 años. Su obra literaria consta de poesía, cuento y ensayo. En poesía cuenta con 10 títulos publicados en Costa Rica, España, Guatemala, El Salvador y Honduras.  En cuento ha publicado dos libros y en Ensayo dos títulos, uno de ellos ganador del Premio Nacional de literatura en Costa Rica en dicha categoría (2019). Ha aparecido en Antologías de poesía en Alemania, España, México, Guatemala, Estados Unidos, Argentina y Costa Rica. Su obra poética ha sido traducida al árabe, italiano, inglés y portugués. Desde 2018 desarrolla un trabajo de sensibilización sobre el tema migratorio utilizando la narrativa poética como herramienta. Conduce un espacio de comunicación virtual sobre arte y cultura llamado “zona de recarga” que puede ser consultado en sus redes sociales.

ROLAND BARTHES TENÍA RAZÓN 

A Nicky Romero, por su imagen-poesía 

Esto-ha-sido el asombro 
la luz que viene 
del diafragma contraído 
y se estrella ante 
la ubicuidad del sol
que todo lo trastoca
en tonalidades. 

La suavidad 
de una acuarela 
blanca
indescifrable 
quieta, 
casi 
planeta. 

Es el aquí testigo 
de una canción 
que se posa
tenue en el paraje
y declara 
encontrarse a pesar
de las ventiscas.  

Es el momento percutido
pergamino del tiempo
que sobrevivirá 
a las dudas 
y designios de lo oscuro. 

Permanencia, 
mirada, 
fragmento.

EL COLOR DEL CIELO GENOVEVA

Antes dije
en otro poema
que el cielo 
cambiaba 
de color
minutos antes 
de la guerra. 

Me retracto. 

Digo que el cielo 
es un estado 
líquido
donde murmura
un atardecer 
y sus sonidos. 

Digo que ese,
ese cielo 
no es permitido 
para quien no 
quiera la luz.  

Declaro la permanencia 
de las cosas
la certeza de un azul 
que  se tatúa 
en estas palabras. 

El color del cielo, 
Genoveva, 
nos inventa 
para otras poesías
como esta. 

ROCKET MEN 

“Mars ain’t the kind of place to raise your kids. In fact, it’s cold as hell” 
Elton John. 

No soy el hombre 
Que creen que soy en casa. 
me deshojan las palabras 
con facilidad. 
Me desvisto 
y creo estar 
a los pies 
de alguna criatura 
de la cual no 
puedo liberarme. 

Solicito darme de baja, 
ser acaso la tortuga acorazada 
Y su ritual de siglos. 
Algún día regresaré 
a la tierra 
a contar las horas 
y sus pergaminos. 

“ y creo que va a pasar mucho tiempo” 

VERDE Y ESTANCIA 

Consigo olvidar 
el lenguaje de los signos,
quedarme con el sonido 
de los colores en tus manos.  

Esa percusión de vientos 
la forma ovalada 
que todo lo mezcla. 

La calidez
de una paz 
absoluta,
celeste toda
fucsia toda 
toda ella verde
y estancia.  

Consigo amasar 
el viento,
sus ovillos de una 
suavidad plástica 
como paleta y sol. 

El cortejo de pan
la flor más penetrante 
como fusil 
del que según el poeta 
cuelga la palabra amor, 
como palabra disparada 
por una boca que lo puede todo. 

Unas manos que lo pueden todo. 

Recuerdan la justa invocación 
de la intensidad:
una superficie marea 
a punto de tocar tierra firme 
La devoción del recuerdo
Los colores abrazados 
al mástil más alto 
de la alegría.