ANTOLOGÍA: VEGA CARBAJAL

VERÓNICA CARBAJAL (VEGA CARBAJAL). Lima, Perú, 1997. Escritora apasionada y valiente que encuentra en las palabras su mayor refugio. Estudió Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), obteniendo su título profesional en 2023. Soñadora por naturaleza y de carácter intenso. Ha utilizado la escritura como un medio para expresar sus emociones más profundas y sanar las heridas que la vida le ha dejado.

ENAMÓRAME

Mírame cerquita,
desnudando mi alma.

Bésame una vez,
convirtiéndote en infinito.

Hazme el amor lento,
sintiendo que somos uno.

Y, sobre todo,
quiéreme de a pocos
para que los minutos juntos
se vuelvan eternos. 

TÚ Y YO

Tú,
tan galante y caballero.
Yo,
tan descarada y con poca vergüenza.
Tú,
tan dulce, tierno y cariñoso.
Yo,
tan alocada, burlona y testaruda.
Tú,
tan ordenado.
Yo,
tan impulsiva.
Tú,
tan mío
Y yo,
tan tuya.

JUNTITOS LOS DOS 

Despertar entre tus brazos
con el fuego que emana de tu piel,
directo a desayunar tus besos
que saben a miel.

Perderme entre tus sábanas
sin apuro, con la esperanza
de que la noche caiga
y no nos deje volver.

Recordarte en mi soledad,
imaginando el olor que dejas
esparcido en todo mi ser y
aguantando las ansias
de algún día volverte a tener.

UN ADIÓS CON TE QUIERO

Siempre he detestado los finales, 
como si mi corazón no pudiera soportar
la idea de que algo termine. 
Pero, contigo descubrí 
que algunas despedidas no son el fin, 
sino el inicio de algo nuevo, 
algo más profundo y verdadero. 
Algo que va más allá de lo físico, 
algo como un «te quiero» inesperado, 
que nace de lo que no se ve, 
pero se siente muy real en el cuerpo. 

PERDIDA EN TI

Me fundí en tu piel,
absorbí tu esencia,
tu aroma me embriagó.
Mi alma se entregó a ti nuevamente,
y probé el amargo sabor de tus labios.
Así sabe el desamor, supongo.

Miré en tus ojos
y vi el reflejo de mi cariño en ellos:
solitario,
intenso,
e incomprendido.

Me fui sin mirar atrás,
enojada,
decepcionada,
y confundida.

No me detuviste,
me dejaste ir,
y confirmé,
en ese instante,
que tú no me querías.

LA ÚLTIMA NOCHE

Nos encontramos por sorpresa,
te envolví entre mis brazos
sin darte oportunidad de huir.
Ahí estaba yo,
con el reflejo de un corazón roto
en mis ojos, tristemente bellos.

Te besé con lujuria y pasión
por cada mes que no estuviste a mi lado,
Y en medio de miradas de deseo
nos escapamos.

Tomaste mi mano
y se sintió eterno,
una noche sin fin
donde pude quererte sin miedo.