ANTOLOGÍA: ÁLVARO PÉREZ SASTRE

ÁLVARO PÉREZ SASTRE. Poeta colombiano. Nació en la ciudad de Cali en 1979. Es comunicador social – periodista con maestría en filosofía. Ha sido publicado en prestigiosas revistas literarias y es autor de dos libros Conciencia de la espera (Lima, 2018) y Las limitaciones de tiempo-espacio (Bogotá, 2023).

«EL GRITO DE LOS PAVORREALES»

Yo creía saber
lo indispensable
del vendedor
de seguros
cuando robé
su identidad.
Y como ya ven,
fui descubierto
bastante pronto.
Todo por no conocer
unos versos
de un poeta
apellidado Stevens:
unos versos
de pavorreales.

(De Conciencia de la espera, Lima, 2018)

EL CRIMEN VERDADERAMENTE PERFECTO

Asesiné al sepulturero.
Lo hice con la misma pala
que él empleaba
para excavar las tumbas.
Todos saben que lo maté,
pero como tomé su lugar
nadie ha dicho nada.

(De Conciencia de la espera, Lima, 2018)

SOBRE EL ABUELO SASTRE

Inmigró de la mano de la bisabuela, buscaban dejar atrás la pobreza que los asediaba en la Francia de entreguerras

un familiar me ha dicho que el abuelo desembarcó prácticamente desnudo, tendría él unos cinco años al llegar

en Colombia descubrieron la pobreza colombiana, pero de alguna manera se las arreglaron —de lo contrario yo no estaría escribiendo esta página, ¿no?

el caso es que el abuelo aprendió de metalurgia en su juventud gracias a un falsificador que cambiaba monedas espurias en el ferrocarril —así me lo contaron, sin mayores detalles

esa relación duró bastante poco y el abuelo se dio con cierto éxito a la fabricación de cucharones, ollas, grifos de agua, rejillas y sifones de metal

vinieron una mujer y otra y otra y muchos hijos y nietos

de modo que existo y en mi niñez paso algunos fines de semana en la casa del abuelo, que es asimismo un taller que alberga gran cantidad de chatarra empleada para fabricar cosas a la vez útiles y brillantes

cuando muere el abuelo no hay mucho que repartir, según creo queda un exprimidor metálico de limones en la casa de mis padres

¿es todo? —se preguntará el lector— ¿se ha contado todo cuanto hay que contar?
en absoluto

agrego lo siguiente, sin ánimo alguno de parecer edificante:

a quienes solo saben apreciar el brillo, les digo que en principio fue casi la desnudez

a quienes no suelen ir más allá de la mácula, les reitero que en principio fue prácticamente la desnudez.

(De Las limitaciones de tiempo-espacio, Bogotá, 2023)

UNION CITY, SEPTIEMBRE DE 2011

Calle abajo hacia la Bergenline a pie

te asalta el pináculo del Empire State recortado contra el cielo anaranjado desde el otro lado del río Hudson, a una media hora de distancia en auto

te han recomendado no ir a mirar tantas veces lo que ocurre en el Zuccotti: el FBI es un vigilante laborioso y podría interesarse en ti

alguien más te ha dicho “quédate, en este país nadie desmejora”, pero has desechado la idea porque careces a un tiempo de audacia y de imaginación: no concibes tu existencia como eso que llaman un “ilegal”

si bien tienes imaginación, ¿de otro modo se te habría ocurrido aquel personaje de un detective boricua cuya clientela se compone principalmente de latinos indocumentados?

introduces las manos en los bolsillos laterales del pantalón: unas cuantas monedas y envoltorios de caramelos

detesta las armas de fuego, toca magistralmente la trompeta, suele ir trajeado de color azul celeste con mocasines blancos de charol y sombrero de Panamá con cinta dorada.

(De Las limitaciones de tiempo-espacio, Bogotá, 2023)

UN PORTAL INTERDIMENSIONAL EN EL PECHO

Una de esas historias cuyo desenlace cabe anticipar desde el mismísimo título

ingresar a una realidad en la que los bordes se encuentren suavizados, tal es el propósito del protagonista

al cabo de ingentes y denodados esfuerzos, consigue abrir un portal interdimensional en su pecho

la historia recién empieza cuando las limitaciones se hacen por completo evidentes

porque a través del portal puede trasladarse todo lo que hay del lado del protagonista, lo existente en su universo cabe por ahí

todo, salvo el protagonista mismo, que a duras penas puede introducir las manos en el portal

si logra agarrar algo del otro lado, no lo sabemos, si lo hace no puede traerlo a su realidad: es bien conocido que los portales interdimensionales funcionan en un único sentido

el desenlace es —ya se sabe— una dilatada herida en el pecho.

(De Las limitaciones de tiempo-espacio, Bogotá, 2023)