Saltar al contenido

CIRCUITO DE LECTURA Y ESCRITURA: “RAÍCES QUE ABREN EL ASFALTO”

Por Daniel Morales.
Imágenes cedidas por Daniel Morales.

Buscar una idea en medio del caos que supone vivir en una ciudad puede llegar ser peligroso en la mayoría de los casos. Se vive muchas veces a través de un propósito específico, o mejor dicho, una programación puntual que es imprescindible, y por ende, inescapable: conseguir algo perdiendo algo a su vez. Como trabajar, por ejemplo, que es casi todo a lo que podemos aspirar hoy en día. Pues todo responde a ello, sí: hago y recibo, recibo y valgo. No hay espacio para otra cosa. Así se repite, una y otra vez, la malsana figura de “ciudadano” que trabaja y consigue su valía a través de aquello que ahora puede permitirse al producir y vaciarse. Entonces, el día empieza, las ideas se esfuman y finalmente uno termina renunciándose (adentro, muy adentro) a la acción que otorga y simultáneamente va quitando. De este modo, sistemáticamente, vamos desapareciendo junto con nuestros posibles espacios de duda o cavilación. No debe haber pausa, no, es bien sabido que el tiempo es dinero y el dinero es todo lo que importa, aunque nuestros días se vayan desplazando, poco a poco, lentamente, al lugar común donde van a parar todas nuestras horas irrecuperables. Porque las ideas, como los días, desaparecen como nosotros: y es imposible hacer algo. ¿Y en qué momento, entonces, vale la pena preguntarse si uno puede llegar a ser más que solo un núcleo de desapariciones en una ciudad que solo existe y vive para ello? No lo sé.

Es por lo anterior, y acompañado de una idea que no quería desaparecer de súbito, que se alimentó la siguiente inquietud: ¿por qué no conectar toda la ciudad en un espacio de encuentro con el único propósito (indiscutible) de dudar e indagarse? Sí, los retos estaban presentes, ¿cómo podría ser posible algo así y en una ciudad como Bucaramanga? Quién sabe. Era inevitable pensar que habría muchas vicisitudes al momento de decir “bueno, ¿por qué no hacerlo y ya?, sin tanto meollo” Pero no era fácil, no, darle espacio y cabida a una idea para luego esparcirla y esperar a que se reprodujera con éxito sin salir, como se dice, fracturado en el proceso. Sin embargo, lo que empezó como un vórtice innecesario de náusea y rechazo al orden aniquilador del capitalismo, hoy mutó en esto: Raíces que abren el asfalto. Un breve recorrido, torrencial, por las diferentes bibliotecas y librerías de la ciudad para leer, escribir y erguirse hacia el propio fondo. Donde se visitaron lugares que eran luz y ahora ya no existen, como la biblioteca barrial La Hormiguera; junto con otros espacios donde no se pensaría volver la mirada, aunque siempre estén allí, como la antigua biblioteca María Isabel Parra. Todos estos lugares que visitamos alguna vez y en los que no se nos ocurrió ubicarnos una tarde de martes para hacer intimidad/fuga en torno a un elemento mínimo que seguía expandiéndose en el interior de nosotros y nuestras voces colmadas de frío. Y la palabra llegó, sí: se escribieron cosas sobre infraestructuras hostiles, viajes y autoexilios, lesiones y cicatrices, pasado y fibra, etc.

Y sin pensar en llegar a un punto definitivo, tal vez, solo tal vez, volvimos en sí por un momento, sin buscarlo inicialmente. En nada nos beneficiaba abrir un agujero negro en la mitad de nuestra semana y arrojarnos, en picada, hacia él. En nada nos iba a servir decir fiebre en lugar de sombra; subordinar en el lugar de adjetivar; insistir en lugar de desvivir. Todo lo irracional que corresponde a perseguirse por un momento en dirección a la duda que somos y quedarnos completamente sin aliento. Nada y sin embargo todo. Así fue este circuito. Así nos rebosamos las bocas de vino al final de la pregunta que no supimos cómo responder. ¿Qué será de nosotros después? Nada. La rueda seguirá girando y volveremos al principio de todo con cuerpos abandonados. Y aquí algunas conclusiones incompletas que nos abordaron de repente:

• Entendemos la ciudad como un órgano interno y externo que se escribe: nos situamos en un lugar y lo digerimos.

• Habitamos y deshabitamos constantemente los lugares que escribimos y no: la escritura sucede a partir nuestra experiencia/resistencia con los espacios.

• Los materiales que fundan recintos están hechos de carne: la memoria es el sistema nervioso de la escritura.

• Contaminamos de palabras los lugares, y dichas palabras, invaden o transforman la ciudad como la conocemos; mutándola de forma irreversible.

• Escribir es alzar ciudades: un poema, por ejemplo, no es un diálogo aislado, es una civilización del adentro.

• Los espacios nos dicen y nosotros los escribimos; es mejor no huir de aquello que está ahí, buscándonos, esperándonos a que nos aproximemos cada vez más.

• Nadie va a importarle qué tan desgarrador sea tu creación, dale la vida que se merece, y así mismo, déjala morir como una parte de ti que nació con ese propósito.

• Escribir no nos salva. Nada nos salva en realidad. Aceptar el vacío es entender la belleza de lo inabarcable.

• Cada brizna de hierba tiene un ángel que le dice: “crece”. Nuestra tarea consiste precisamente en eso, en escuchar la voz de ese ángel, no callarla.

• Porque las quimeras existen: somos nosotros cuando escribimos. La agudeza de nuestro ojo, lo que se queda en él y que luego pasa al cerebro, entre torrentes nerviosos, y se materializa. Todos los tiempos, nuestras edades y momento de asombro/extrañeza/terror/blancura que se reúnen en una mesa redonda donde la luz es el centro. Por esto: escribir, escribir, escribir. Hacer un paisaje inacabado y amplificar su falta de definición. Ver espejos, romperlos. Luego ser responsable de todas las cabezas imaginadas; alimentarlas, pulirlas, cercenarlas, verlas nacer de nuevo. Todo.


No olvides seguirnos en las redes sociales como @altervoxmedia Déjanos tu opinión sobre esta y otras notas en la sección de Comentarios, o en la sección de Contacto, y #PasaLaVoz

Avatar de altervoxmedia

altervoxmedia Ver todo

Alter Vox Media S.A.S (NIT: 901019145-1) es una plataforma digital, enfocada en impulsar la escena artística y cultural de la región desde diferentes disciplinas.