ANTOLOGÍA: HENRY ORTIZ ZABALA

HENRY ORTIZ ZABALA es un joven Psicólogo egresado de la universidad Metropolitana. Oriundo de Malambo, Atlántico, y nacido el 26 de febrero del 96′. Ejerce como independiente. Actualmente se encuentra radicado en Bogotá. Ha publicado la antología de cuentos Barranquilleses (2018), publicó su primera antología poética con la editorial CECAR, titulada Correspondencias (2021), colabora para distintas revistas virtuales escribiendo artículos sobre humanidades, en los cuales sucinta el diálogo entre la psicología y la literatura, también han sido publicados relatos y poemas de su autoría. Publicó la novela Historias perturbadoras de la Calle Melvins (2021) con el sello editorial Abigarrados Editores, en Taco, México D.F. Próximamente Escarabajo Editorial, publicará su más reciente poemario Iluminases.

POEMA

Yo Henry Andrés
Un animal pensante
melancólico y rabioso
arrecho y sensible
Habito en la llanura
a veces en el monte
casi siempre en mis aposentos
Rodeado de muertos ilustres
coqueteando con un imposible silencio
Fantaseo con las nubes
acumulando todas las oscilaciones
entre la luna y el sol

De vez en cuando
el látigo invisible de Dios
me fustiga      Hasta hacerme creer
que no soy Henry Andrés
el desdichado humano
el que se sabe polvo    sombra     sueño.

NECESIDADES DE REINVENCIÓN DE UN DÍA PARA OTRO   

Renuncia a tu trabajo y vete a plantar flores
Arriésgate   aféitate    acicálate
Déjate crecer pelo y barba     rápate   decapítate    como quieras
Cámbiate el nombre      o no uses ninguno        Nunca más
Quítate años    ponte unos cuantos
Duerme tres días seguidos        trata de no despertar
Mastúrbate sin penas      Ejercítate
Has una huelga de hambre por la comida espiritual que jamás recibiste
devora todo a tu paso    Todo
Regala un órgano o vende un par
Hipoteca tus recuerdos     Compra vino barato para olvidar a la chica que te olvido
Córtate con caricias que vengan de suaves manos       Desconocidas
Pasa la noche con el diablo
desayuna con Dios a primera hora     Miente sobre tu cruda
Cómprate un rifle y dispárales a las sombras
a cien latas de cerveza       al vecino que mato a tu gato
Regala toda la biblioteca a una familia de ciegos      Quema los manuscritos
Rompe todos los espejos    Has un monumento con los desperdicios de toda tu vida
Aprende a conducir o camina hasta morir de artrosis
ve lejos cojeando y mendigando silencio
Intenta no molestar a nadie     lleva lo tuyo     astucia    palabra     soledad   
Venenos
Quédate y constrúyele una cabaña a tu ausencia
quédate y no hagas nada
Tomate todo el café que encuentres en casa
escribe una larga carta de despedida    interminable      se breve
no la entregues      solo termínala
luego dóblala y ponla bajo tu almohada
después intenta dormir a las buenas      talvez todo pase     o quizás
no pase nada.

LA COMEDIA

El paraíso solo es por dentro

El infierno    ya es la vida

Nuestro cuerpo
es el único purgatorio

A OSCURAS

Soy el monte por la noche
donde camino perdido

La luciérnaga a lo lejos
que brilla intentando
guiarme.

PRELUDIO PARA UN FIN DE AÑO SOLO

Todas las tardes muero de ti     Amor
Una ausencia viene detrás mío con el sereno
y nadie pasa por esta esquina con tus ojos míos
Me amenaza el ocaso    otra vez
Desnudar mi alma a la altura de los peatones

Verán que me duele la vida más allá del cuerpo
que llevo entre las cejas una marca misantrópica

Tendré que volver a casa preñado de vacío
Con suerte y sin ella    mi Lili       Solo

Ojalá la noche termine de masticar
lo que el crepúsculo abortó
entre arreboles y malos versos
Siento el despojo de todos mis sueños
respirándome en la nuca

Los días se acaban
Recuerdos y añoranzas
Diciembre es el fin de doce largas horas.

UN MODESTO LOGRO

No he logrado nada
solo unos cantos y varias noches
Tengo un pájaro huérfano anidando en mi corazón
quiero matarlo tiernamente sosteniéndolo entre mis manos

Acumulé sin querer mucha bilis en los ojos y entre los dientes
Despierto algunas mañanas con un sabor negro en la boca
Escupo en el lavamanos y veo en el espiral de agua      Toda mi historia

Nada me llena      Poco me salva
Nunca algo había sido tan sagrado        Nada
Esta verdad que me golpea con plumas y me acaricia con hierro caliente
Nadie sabe Nadie  
                             Tampoco Yo        Ni siquiera de mi   

El anacoreta que le tuvo miedo a la montaña
La luna que devoró sin querer todas sus estrellas
El fuego que se apagó a sí mismo con un beso de su propio humo
He logrado algo…
                                     Dejar hasta aquí toda esta porquería

PESADILLA

Un oscuro tras otro
El nocturno

                      Tropiezo con sombras
                       sólidas y corruptibles
                        como la carne

Merodeando esquinas circulares
las de siempre
encuentro fantasmas
hurgando en mi basura

Comen algo con tenedores sucios

Un cadáver purulento

Y resulta que es el mío

POSTRACIÓN

¿Cómo no creerle al silencio y al camino?
Nada dicen el uno del otro

Te dejan    solo
a la orilla de la verdad
la que más nadie puede decirte
solo tus pasos y respiración

Aquella que solo alude
a tu milagro predilecto

Saber que te desmoronas sin dejar de andar
ahorrando todas las palabras imposibles
para decirlas luego
una noche sin dormir
al oído de la muerte.

MISERIA

Nada ha cambiado
La miseria se le suma a la miseria que ya estaba
Y luego le huye      a veces lo logra
Dormir sigue siendo un reto            Descansar    mi extraña fortuna
Los bolsillos aun ayunan a destiempo
El ceño     sigue fruncido
La voz está ahí    igual     se va apagando
Tal y como cae     La noche
                                         Lento      muy lentamente
Los cuadernos     se siguen juntando
La familia desintegrándose
La comida impagable

El único lujo     
Saber que habré de apagarme
Mucho antes de que lo haga el sol

Y, sin embargo
Ya es poco más de un cuarto de siglo
Viviendo en una penumbra apretada    y cada vez más estrecha
Taciturna     Mía

No      nada ha cambiado
Tal vez     mi biblioteca.

ESE

Es el mismo muchacho que hablaba con la lluvia
Que coleccionaba piedras para tirarle al cielo
Que buscaba pruebas de Dios en la existencia de las flores y la mirada de los animales
Quien correteaba su propia sombra y se escondía cuando había visitas
El que jugaba solo     el que leía igual
Ese que lloraba sin saber por qué y que aún lo hace con la misma duda
El petiso de pasos gigantes    el fracasado     megalómano
Que iba con los zapatos rotos y sin merienda, y aún sigue con huecos en las botas por donde se mete el universo
El huérfano con padres vivos y ahora más huérfano que nunca, que ya no estan
El solo   el aburrido   el cansado   el de noche
Que escribe para todo el mundo, pero solo para el mundo de él
El de nunca    el de nadie   el suyo   el de siempre
No ha cambiado mucho, casi nada
Lo conozco desde que lo vi por primera vez al espejo y desde entonces lo veo todos los días
Jamás nos saludamos
Yo lo desprecio y él me desprecia
Nos miramos como por deber
A veces, solo a veces
Creo que nos amamos igual.