Saltar al contenido

AMAZONIA – BRIZNAS DEL YO, DE KRIZTIAN VALENTE

Por Sergio Gareca.
Oruro, Agosto 2023.

AMAZONIA – BRIZNAS DEL YO, de Kriztian Valente, es un libro de poemas que empieza con una salutación a los ríos y los bosques, y podría proponernos la intuición de que es un libro bucólico y paisajista de cuanto acontece, en la velocidad de la selva amazónica.

Sin embargo, dentro del libro hay un mundo más complejo. Sus principales temas son EL SER Y EL TIEMPO (no en términos de Heidegger). El poeta distingue entre las razones del mundo:

Tal cual nos revela esa primera imagen de río, viento y selva; nos lleva a una primera razón, la razón onírica. Podríamos definirla, según lo que propone el libro. Como una razón incoherente, de continua afluencia, donde habita la paz, la esperanza, la sensualidad. Su característica principal es que es ajena al tiempo. Aquí nos alcanza a una metáfora muy contraria a la que es común en poesía en la que el tiempo es equivalente al río. En este caso no es así. La constancia del río (en su propiedad de “que es constante” y que además “nos consta”, como parte de la realidad), declara literal y literariamente, que el tiempo es innecesario. El tiempo por sí mismo no estimula nada. La selva como realidad superior, está en otra categoría: lo eterno. En este punto el poeta se reconoce como la selva misma. Una mente que niega la circunstancia temporal del mundo, y exalta su permanencia onírica en ese lugar.

La segunda razón es la razón intelectual, igualmente incoherente, sin embargo, es una incoherencia sucia, donde existe el tiempo. Nos dice de esta “razón” a partir del lenguaje, que el lenguaje intelectual no alcanza las propiedades de que quisiera. Toda palabra es una limitación semántica de permanente ambigüedad. No otorga certeza de nada. En tanto se concibe pensamiento científico, se aleja de la verdad en tanto estas ambigüedades. De igual modo, el tiempo nos da esta misma ambigüedad; el tiempo, sube y baja, oscila, se da pálpitos. Pero esto le desagrada al poeta, el prefiere la mónada, la unidad de las cosas. El tiempo y el lenguaje por ser esa oscilación son confrontación constante, en cambio el tiempo onírico es la paz pura.

Entonces, el poeta termina también por ser binario y eso le causa insatisfacción. Porque en la razón onírica regresa a su paz elemental, pero como debe vivir en la razón intelectual, en el absurdo, lleva su ser a la lucha, la confrontación, por restaurar su paz original.

De este modo, desde lo que él mismo ha llamado arte poética. Podemos decir que poesía son tres cosas sucedáneas:

  1. La poesía es amor: La conciliación del sueño y la razón.
  2. La poesía es aprender a amar, a partir de soñar.
  3. La poesía es actuar, devolvernos el sueño mediante la acción


El tiempo

Escribiré un poema distraído
un poema que oculte
 lo que ahora siento
sentimientos más crudos,
como el deseo de morirme,
como la madera vieja de mi escritorio,
carcomida por las polillas, la humedad y el tiempo.
El tiempo es como un puente de papel,
pienso que no tengo el papel para dibujar el tiempo,
así que prefiero tomar hasta la última gota del tiempo
de la botella de vodka que me queda.
También distraigo mi atención
del poema en construcción,
busco un video en el internet,
es un clip de una canción, qué bonito se titula.
Esa música que se ha vuelto una pandemia.
Por lo menos por un breve tiempo.
Subo el volumen de la música
y me resisto a querer escuchar la letra.
Me vuelvo a mi tarea, cierro la ventana del youtube.
Mi whattsapp timbra y vibra, de un salto desesperado,
reviso la pantalla
del teléfono.

Es la cara de un monito como emojin,
dos aspas de revisado,
me lo envía una chica, que dice
que me quiere.
A ella le gusta tirar conmigo,
a mí me encanta su piel,
la delgadez de su cuerpo,
es un placer necrófilo.
Ella es un cadáver viviente.
Lo confieso,
tengo sexo con una muerta.
La veo morir con los ojos desorbitados al llegar al clímax.
Me encanta el olor de sus fluidos.
No conocemos el significado
de la relación que tenemos.
Algo sin compromiso, sin nada serio, solo desestres.
Es solo eso, un juego,
diré sexrol,
pero fuera de la vida virtual,
ahí en un teloiv de 25 soles.
Ella trabaja como mula,
yo solo puedo de mi sexo escribir.
Nunca nada es igual.
Hago una pausa.
Una notificación del Facebook.
Alguien comentando sandeces
 en un meme que publiqué.
Para luego volcarme al instagram.
Demasiadas actualizaciones y selfies con rostros felices.
Suspiro, intento escribir.
Un pedo se me escapa.
¿Es acaso esto poesía?
Y no lo juzgo,
me agrada que sea diferente.
Y regreso al tiempo que no tengo.
Al tiempo que he creado.
A la crueldad del tiempo que existe.
Los achaques de la edad.
A la flacidez de la piel.
Al decoloro del amor,
 a la maldad del alma liberada.
Solo el onanismo que practicamos vía Skype
nos vuelve nuevamente humanos, ¿Tienes tiempo?
Más allá de una posición
seudo-esquizoparanoide
es demasiado placentero
tener tus enormes senos
por la webcam
tu culo tapando mi pantalla,
tu gemir más dulce
que el canto de cualquier ave
es la mejor sinfonía de agitar
que viene en dosis de lunas y lluvias.
Ella muere por mí,
me muestra su cuerpo chocolate
sin restricciones.
Se fuma un porro y se excita más.
A mí no me gusta fumar marihuana,
solo su sexo me atrae, estoy enfermo.
Una tarde vi a todos los mundos calatos.
Me avergoncé al ver a mi madre desnuda
y con el diente de jaguar
que compré a un artesano que vende
en la plaza central de mi ciudad.
Quise asesinar a mi padre,
al ver su pistola descarado
 frente a mis ojos.


No olvides seguirnos en las redes sociales como @altervoxmedia Déjanos tu opinión sobre esta y otras notas en la sección de Comentarios, o en la sección de Contacto, y #PasaLaVoz

Avatar de altervoxmedia

altervoxmedia Ver todo

Alter Vox Media S.A.S (NIT: 901019145-1) es una plataforma digital, enfocada en impulsar la escena artística y cultural de la región desde diferentes disciplinas.

Un comentario sobre "AMAZONIA – BRIZNAS DEL YO, DE KRIZTIAN VALENTE" Deja un comentario

  1. Saludos Sergio
    Excelente tu análisis de nuestro amigo poeta Kistian, y de paso un poema muy vívido, me sentí en momento alguno el autor de cada palabra

    Me gusta