ANTOLOGÍA: TOMÁS PABLO LAS PEÑAS

TOMÁS PABLO LAS PEÑAS Nació el 18 de agosto de 1979 en San Juan, Argentina. A los 16 años ingreso a la Armada Argentina donde completó los estudios y se desempeñó en diversos cargos y destinos hasta abandonar la misma.

Emigró a España donde residió en Málaga y Logroño desempeñando diversos trabajos. Luego regreso a su tierra natal donde se dedicó al comercio y la enseñanza de Kick Boxing. Entre otras cosas fue músico frustrado.

Luego de sufrir un infarto con muerte súbita por 22 minutos su vida dio un cambio inesperado incursionando en el mundo de las letras, principalmente en la poesía. Es autor del libro 22 MINUTOS SIN VIDA, presentado en la 47° Feria del Libro de Bs. As. (2023), y del poemario LÁGRIMAS (2023).

Confundo

Soy de los que confunden
el sol con la luna o viceversa
también confundo el amor
con esas llamaradas que se encienden
justo un momento antes
de volverme cenizas

Descontrolame

Mi vida controlada por la paz
necesita que la descontroles

Enciende mis labios
apretándolos contra los tuyos
cuando menos me lo espere
saca mis sonrisas programadas
en cualquier situación
ámame con tus propias maneras
arruina
                todos mis planes

Canarios

Caminás bajo una lluvia de canarios                      
te van susurrando amores al oído

No necesitás de ningún cuervo
que saboree tu alma

Mucho menos de una serpiente
que deposite su veneno
sobre tu piel

Falta una mitad

Mil treinta y una / mitades de naranjas
un millón cuarenta y tres / suspiros
ciento cinco / manos
o quizás cuarenta millones trescientos uno
de almas

No llegan a la paridad
porque se olvidaron de darle existencia
a la que me corresponde
o quizás se mezcló con un limón
con un aliento / un manco
tal vez con una melliza y se olvidó
que era el gemelo                                                         

El cosmos no se dio cuenta
de mi presencia
quedé en cuarto creciente sin crecer
no tengo el relleno
para lograr llegar a llena o entera

La pregunta

A menudo me pregunto
que fuimos vos y yo

Solo puedo responderme
las ganas
de conquistar la felicidad
de ser un cosmos lírico
o de conmover almas curiosas

Pero al final
solo logramos ser
un vaso sin líquido / sin sólido
sin aire
un espacio desocupado
ficticio
que no está
un cenicero sin cenizas
sin colillas / sin ni si quiera
el humo pensativo
de un cigarrillo